Un fósil es una impresión, réplica o material original de un animal o planta preservado en roca después de que el material orgánico original se haya transformado o desaparecido. Para que ocurra la fosilización, es necesario un enterramiento rápido en condiciones con poca oxígeno, lo que permite preservar partes duras como huesos. Existen dos tipos principales de fósiles: corporales como huesos o conchas, e impresiones como huellas o túneles.