1. Cada 22 de noviembre se rinde especial homenaje a cuantos han dedicado su
vida a la creación y la ejecución musical, regalándole al público, a través de
los diversos géneros, melodías, ritmos y sonoridades que elevan el espíritu y
colman de plenitud la existencia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), estableció el 22 de noviembre como Día Mundial de la
Música, con la finalidad de ofrecer un merecido tributo a músicos cuya
contribución artística ha acompañado el desarrollo de la civilización
occidental a través de los siglos.
La música es, además, un lenguaje que une a las personas a través de los
ritmos y los sonidos. Es un medio de expresión único, capaz de trascender
barreras culturales de otro modo infranqueables, porque apela a algo
esencial, la sensibilidad, la facultad de sentir emoción. En la antigüedad, las
manifestaciones musicales del hombre consistían en la exteriorización de sus
sentimientos armonizando el sonido de su propia voz, para diferenciarlo del
hablar cotidiano utilizado para comunicarse. Los primeros instrumentos
fueron los objetos o utensilios, o el mismo cuerpo del hombre, capaces de
producir sonidos.
En nuestro país, donde existe variada riqueza cultural y múltiples
manifestaciones musicales, este día es ocasión idónea para honrar el aporte
de artistas como Simón Díaz, Gualberto Ibarreto, Lilia Vera y Serenata
Guayanesa (grupo recién designado Patrimonio Cultural de la Nación), con
especial énfasis en nuestro Sistema Nacional de Orquestas y el destacado
director, Gustavo Dudamel, orgullo nacional, cuyas actuaciones revolucionan
la escena musical internacional y ponen muy en alto el nombre de Venezuela.