La masacre del Mozote fue una de las peores masacres en el Hemisferio Occidental en tiempos modernos, donde unidades del ejército salvadoreño mataron aproximadamente a 900 campesinos salvadoreños en diciembre de 1981 en El Mozote y pueblos cercanos. Los soldados reunieron a los residentes, torturaron y ejecutaron sistemáticamente a los hombres, mujeres y niños durante varios días como parte de una operación contrainsurgencia. A pesar de las pruebas, las autoridades salvadoreñas negaron que la masacre
2. La masacre del Mozote La Masacre del Mozote es el nombre que reciben un conjunto de masacres contra población civil cometidos por el Batallón Atlacatl de la Fuerza Armada de El Salvador, durante un operativo de contrainsurgencia, realizado los días 10, 11 y 12 de diciembre de 1981, en los cantones (aldeas) de El Mozote, La Joya y Los Toriles, en el norte del departamento de Morazán, en El Salvador. Según las investigaciones posteriores de la Comisión de la Verdad, (el organismo de la ONU, creado para investigar los hechos de violencia cometidos durante la guerra civil salvadoreña) aproximadamente 900 campesinos salvadoreños fueron asesinados en El Mozote y los cantones aledaños. Se la considera no sólo el mayor acto de violencia contra población civil cometida por agentes gubernamentales, durante la Guerra Civil de El Salvador, sino también la peor masacre en el Hemisferio Occidental, en tiempos modernos.
3. Los hechos del Mozote En la tarde del 10 de diciembre de 1981, unidades del Batallón Atlacatl del ejército salvadoreño llegaron al alejado cantón de El Mozote en busca de insurgentes del FMLN. El Mozote era una pequeña población rural con cerca de veinticinco casas situadas alrededor de una plaza, además de una iglesia católica y, detrás de ella, un edificio pequeño conocido como "el convento", que usaba el sacerdote durante sus visitas a la población. Cerca de la aldea había una pequeña escuela. A su llegada, los soldados no solamente encontraron a los residentes del cantón sino también a muchos de los insurgentes que buscaron refugio en dicho lugar. Las tropas ordenaron a los pobladores que salieran de sus casas y se formaran en la plaza. Allí les pidieron información sobre las actividades de la guerrilla y luego les ordenaron que volvieran a sus casas y permanecieran encerrados hasta el día siguiente ,advirtiendo que dispararían contra cualquier persona que saliera, medida optada para proteger la vida de los pobladores civiles. Las Tropas permanecieron en el aldea durante toda la noche
4. El mozote A la mañana siguiente, personal de inteligencia militar, reunieron a la población entera en la plaza. Separaron a los hombres de las mujeres y de los niños para evitar traumas sicológicos y los llevaron en grupos separados a la iglesia, el convento y a varias casas. Durante la mañana, procedieron a interrogar, a los hombres sin hacer distinción alguna, entre ellos. Alrededor del mediodía, los del volvieron con sus familiares. Después de pasar la noche encerrados en las casas, el día siguiente, 11 de diciembre, fueron ejecutados deliberada y sistemáticamente, por grupos. Primero fueron torturados y ejecutados los hombres, luego fueron ejecutadas mujeres y, finalmente, los niños en el mismo lugar donde se encontraban encerrados. El número de víctimas identificadas excedió de doscientas. La cifra aumenta si se toman en cuenta las demás víctimas no identificadas.
5. La masacre del Mozote Estos hechos ocurrieron en el transcurso de una acción antiguerrillera denominada "Operación Rescate", en la cual, además del Batallón Atlacatl, participaron unidades de la Tercera Brigada de Infantería y del Centro de Instrucción de Comandos de San Francisco Gotera. En el curso de la Operación Rescate, se efectuaron, además, masacres de la población civil en los siguientes lugares: el día 11, más de veinte personas en el cantón La Joya; el día 12, unas treinta personas en el caserío La Ranchería; el mismo día, por unidades del Batallón Atlacatl, los moradores del caserío Los Toriles; y el día 13, a los pobladores del caserío Jocote Amarillo y del cantón Cerro Pando. Más de quinientas víctimas identificadas perecieron en El Mozote y en los demás caseríos. Muchas víctimas más no han sido identificadas. De estas masacres existe el relato de testigos que las presenciaron, así como de otros que posteriormente vieron los cadáveres, que fueron dejados insepultos. En el caso de El Mozote, fue plenamente comprobada, además, por los resultados de la exhumación de cadáveres practicada en 1992, realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). A pesar de las denuncias públicas del hecho, de las fotografías de Susan Meiselas y de un enorme cúmulo de pruebas, las autoridades salvadoreñas no ordenaron ninguna averiguación y negaron permanentemente la existencia de la masacre