1. INFARTO
FEMENINO
Esto es algo que las
mujeres debemos
tomar muy en serio y
compartirlo con
nuestros seres
queridos y amistades.
Puede ser que ya
hayamos recibido
alguna información,
pero es bueno volver a
2. ¿Sabías que los
ataques cardíacos
en las mujeres,
raramente
presentan los
mismos síntomas
‘dramáticos' que
anuncian el infarto
en los hombres?
Me refiero al dolor intenso en el pecho, el
sudor frío y el desvanecimiento súbito que
ellos sufren y que vemos escenificados en
muchas películas.
3. Para que sepas cómo es la versión
femenina del infarto, una mujer
que experimentó un ataque
cardíaco, nos va a contar su
4. 'Yo tuve un inesperado
ataque al corazón como a
las 10:30 p.m., sin haber
hecho ningún esfuerzo
físico exagerado, ni haber
sufrido algún trauma
emocional que pudiese
desencadenarlo. Estaba
sentada muy tranquila con
mi gato en brazos. Leía
una novela muy
interesante, acurrucada en
mi sillón preferido y muy
relajada, mientras
5. Un momento más tarde, sentí una horrible
sensación de indigestión, como cuando
-estando de prisa- uno se come un sándwich,
tragándolo con un poco de agua y parece que
uno tuviese una pelota que baja por el
esófago muy despacio, medio
atragantándonos. Es entonces que uno se da
cuenta que no debería comer tan de prisa y
que debería masticar más despacio y mejor,
además de tomarse todo un vaso de agua para
ayudar al proceso de ingerir.
Esta fue mi sensación inicial... El 'único
problema' era que yo NO HABÍA comido
NADA, desde las 5:00 pm...
6. 'Después desapareció
esta sensación y sentí
como si alguien me
apretara la columna
vertebral. Pensándolo
bien, ahora creo que
eran los espasmos en mi
aorta.
Luego, la presión comenzó a avanzar
hacia mi esternón (hueso del que nacen
las costillas en el pecho). El proceso
continuó hasta que la presión me subió
a la garganta y la sensación corrió
hasta abarcar ambos lados de mi
quijada.
7. En ese momento, supe realmente qué estaba pasando
conmigo. Creo que todos hemos leído o escuchado
que el dolor en la quijada es señal de un ataque al
corazón. '¡Santo Dios, creo que tengo un ataque al
corazón!‘, le dije al gato. Entonces traté de dirigirme
hacia el teléfono pero caí al suelo. Pensé, 'Esto es un
ataque al corazón y no debería caminar hasta el
teléfono, ni a ningún otro lugar, pero... si no le dejo
saber a nadie lo que me está pasando, nadie me podrá
ayudar... Y si me tardo, quizá no pueda moverme
después'.
8. Me levanté ayudándome con la silla y caminé
despacio hacia el teléfono para llamar a
emergencias. Les dije que creía que me estaba
dando un ataque al corazón y describí mis síntomas.
Tratando de mantener la calma, informé lo que me
ocurría. Ellos dijeron que vendrían de inmediato y
me aconsejaron acostarme cerca de la puerta
después de haber quitado el seguro, para que ellos
pudiesen entrar y encontrarme rápidamente.
Seguí sus instrucciones,
me acosté en el suelo y
casi inmediatamente,
perdí el conocimiento.
No recuerdo cuándo ni
cómo entraron los
médicos, ni cuan largo
fue el viaje en la
ambulancia.
9. Vagamente recuerdo haber abierto los ojos al
llegar al hospital y ver que el cardiólogo me estaba
esperando listo para ingresarme a la sala de
operaciones. El médico se acercó y me hizo
algunas preguntas (creo que preguntó si había
tomado algún medicamento), pero no pude
contestar, ni entender lo que me decía porque
volví a perder el conocimiento. Me desperté
cuando el cardiólogo -como me enteré al cabo de
unas horas- había insertado un pequeño balón en
mi arteria femoral, para instalarme dos
'stents' que mantuviesen abierta mi arteria
coronaria del lado derecho.
Me preguntarán por qué les cuento todo esto con
tanto detalle 'engorroso'... Es simplemente, porque
10. Resumiendo algunos puntos:
1. Ten en cuenta que los síntomas probablemente,
probablemente
no se parecerán en nada a los que padecen los
hombres.
Se dice que muchas más mujeres que hombres,
mueren en su primer (y último) ataque cardíaco,
porque no reconocen los síntomas y/o los confunden
con los de una indigestión. Entonces, toman un
digestivo y luego se van a la cama esperando que la
molestia desaparezca durante la noche.
Un punto importante, es que también -por razones
culturales- las mujeres están acostumbradas a tolerar
el dolor y la incomodidad más que los hombres.
11. 2. Llama a los paramédicos de Emergencia o
la ambulancia.
El tiempo es importante, no trates de manejar, ni
dejes que tu esposo o familiares te lleven al
hospital. Además de que nadie está en
condiciones de manejar sin que los nervios lo
traicionen, los síntomas pueden agravarse
camino al hospital y complicar las cosas.
Tampoco es recomendable llamar AL MÉDICO
DE FAMILIA para que venga a la casa. Además
de perder minutos preciosos, pocos doctores
llevan en su automóvil el equipo 'salvavidas'
necesario, en estos casos; la ambulancia en
cambio, sí está totalmente equipada.
Principalmente, tienen el oxígeno que
12. 3. No creas que no puedes
padecer un ataque cardíaco
porque tu colesterol es normal
o 'nunca has tenido problemas
cardíacos'. Se ha descubierto
que el colesterol por sí solo (a
menos que sea excesivo),
raramente es la causa de un
ataque cardíaco.
Los ataques al corazón son el resultado de un estrés
prolongado, que hace que nuestro sistema segregue
toda clase de hormonas dañinas, que inflaman las
arterias y el tejido cardíaco. Por otro lado, las mujeres
que están entrando en la menopausia o ya la pasaron,
pierden la protección que les brindaban los estrógenos,
por lo que corren igual riesgo de padecer problemas
cardíacos que los hombres.
13. Un cardiólogo dijo
que si todos los que
recibimos este
mensaje, lo enviamos
a todas las personas
que conocemos,
podemos estar
seguros de que al
menos UNA vida se
salvará.
Por lo tanto, re-envía