El documento describe la historia de un anciano de 80 años que visita a su esposa en un asilo de ancianos a pesar de que ella sufre de Alzheimer y ya no lo reconoce. El anciano explica que aunque ella no sabe quién es él, él aún sabe quién es ella. Esto demuestra el verdadero amor incondicional que trasciende lo físico o romántico. El amor verdadero es aceptar todo lo que ha sido y será.