2. Belleza trasunta de Dios eres, María, derramada sobre el barro de la nueva Creación que hace del Hombre un ser diferente en las manos creadoras del Dios que dijo: “ Hágase”.
3. Y Dios hizo la Luz, y el Mundo, y surgió la Vida y surgiste tú, María, donde ha tenido cabida la geometría toda de la Creación renovada cuando al Espíritu de Dios que aleteaba de luz su Amor sobre tu libertad incipiente le has respondido: Sí, que se cumpla en mí tu Palabra.
4. Tu actitud humilde y serena plasmada en acuarela de oración y súplica ha calado en el fervor del Pueblo que inmortaliza tu belleza y tu ternura.
5. Ternura que alienta el amor y la confianza de tus hijos que al rezar te ensalzamos: ¡Salve, Reina y Madre de Cielos, Tierra y Corazones!
6. Iconografía santa de Dios eres, María, Tú, Mujer Inmaculada, que enmarcada en azucenas, de nuestro barro humilde primigenio, tan humano, la fragilidad embelleces .
7. Al mirarte, tú nos miras como Madre, y al cruzarse nuestros ojos con tus ojos, con fe te rezamos y con el Cantar de los Cantares llenos de amor te aclamamos: “ Qué hermosa eres, María, amada mía, qué hermosa eres”. Juan Manuel del Río