GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Domingo de la Santísima Trinidad. Ciclo C. Día 26 de mayo del 2013
1. COMUNIÓN.
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré
a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré,
alabaré, alabaré a mi Señor.
Somos tus hijos, Dios Padre eterno, tú
nos has creado por amor. Te adoramos, te
bendecimos. Todos cantamos en tu honor.
Todos unidos, siempre cantaremos,
glorias y alabanzas al Señor. Gloria al Padre,
gloria al Hijo, gloria al Espíritu de Amor.
Juan vio el número de los redimidos.
Todos adoraban al Señor. Unos oraban,
otros cantaban. Todos alababan al Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN.
El Dios uno y trino, misterio de amor,
habita en los cielos y en mi corazón.
Dios escondido en el misterio,
como la luz que apaga las estrellas;
Dios que te ocultas a los sabios
y a los pequeños te revelas.
No es soledad, es compañía,
es un hogar tu vida eterna,
es el amor que se desborda
de un mar inmenso sin riberas.
Padre de todos, siempre joven,
al Hijo amado eterno engendras,
y el Santo Espíritu procede
como el Amor que a los dos sella.
Padre, en tu gracia y tu ternura,
la paz, el gozo y la belleza,
danos ser hijos en el Hijo
y hermanos todos en tu Iglesia.
Al Padre, al Hijo y al Espíritu,
acorde melodía eterna,
honor y gloria por los siglos
canten los cielos y la tierra.
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Salve, Regina, Mater misericórdiae:
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, éxsules, filli Hevae.
Ad te suspiramus, gementes
et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia ergo Advocata nostra,
illos túos misericordes óculos ad nos converte.
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium ostende.
O Clemens: O pía: O dulcis Virgo María.
26 DE MAYO DE 2013
SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
Ciclo C
RITOS INICIALES
CANTO DE ENTRADA.
Todos unidos formando un solo cuerpo,
un cuerpo que en la Pascua nació;
miembros de Cristo en sangre redimidos,
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu
que el Hijo desde el Padre envió,
El nos impulsa, nos guía y alimenta,
Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra semilla de otro reino,
somos testimonio de amor.
Paz para las guerras y luz entre las sombras
Iglesia peregrina de Dios.
SALUDO Y MONICIÓN.
ACTO PENITENCIAL.
GLORIA.
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los
hombres que ama el Señor.
ORACIÓN COLECTA.
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de los Proverbios 8, 22-31
Así dice la sabiduría de Dios:
«El Señor me estableció al principio de sus
tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remotísimo fui formada, antes de
comenzar la tierra.
2. Antes de los abismos fui engendrada, antes de
los manantiales de las aguas.
Todavía no estaban aplomados los montes,
antes de las montañas fui engendrada.
No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los
primeros terrones del orbe.
Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo;
cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo;
cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las
fuentes abismales.
Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no
traspasan su mandato;
cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo
estaba junto a él, como aprendiz,
yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo
jugaba en su presencia:
jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos
de los hombres.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 8, 4-5. 6-7a. 7b-9.(R.: 2a)
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué
admirable es tu nombre en toda la
tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la
luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el
hombre, para que te acuerdes de él, el ser
humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste
de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las
obras de tus manos. R.
Todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas
y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del
cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el
mar. R.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 5, 1-5
Hermanos:
Ya que hemos recibido la justificación por la fe,
estamos en paz con Dios, por medio de nuestro
Señor Jesucristo.
Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta
gracia en que estamos; y nos gloriamos, apoyados
en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
Más aún, hasta nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
constancia, la constancia, virtud probada, la
virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda,
porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones con el Espíritu Santo que se
nos ha dado.
Palabra de Dios.
Aleluya Ap 1,8
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al
Dios que es, que era y que viene
Lectura del santo evangelio según san Juan 16,
12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no
podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga
él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la
verdad plena. Pues lo que hable no será suyo:
hablará de lo que oye y os comunicará lo que está
por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os
irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he
dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.»
Palabra del Señor.
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Por la Iglesia, para que sea ante los
hombres signo de la unidad y comunión
entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por los religiosos y religiosas que han
consagrado su vida a Dios, en la oración y
fraternidad de los monasterios de vida
contemplativa. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por las vocaciones. Para que no falten
vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada, hoy de forma especial para la
vida contemplativa, para que no se pierda
la fuerza y la vida de oración de estos
monasterios. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todos los cristianos, para que
profundicemos en la dimensión de la
oración, como fuente para la misión
evangelizadora. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Por todos nosotros, para que la
participación de la Eucaristía nos haga
experimentar con alegría, el amor y la paz
de Dios con nosotros. ROGUEMOS AL
SEÑOR
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Señor, te ofrecemos el vino y el pan,
así recordamos la cena Pascual.
Porque Tú sólo eres bueno, Señor queremos
cantar,
tus misericordias: ¿quién podrá cantar?
Sólo Tú eres nuestro auxilio, Señor, Tú nos
salvarás,
tus misericordias: ¿quién podrá cantar?