Para formar una sociedad democrática justa que respete los derechos y cumpla con los deberes en el siglo 21, las personas deben prepararse a sí mismas a través del autoconocimiento, la meditación y la autocrítica, y también prepararse para los avances tecnológicos para evitar el desempleo y la exclusión social, fortaleciendo al mismo tiempo la responsabilidad personal para alcanzar un destino colectivo.