1. Convivencia y sociedad humana
(Publicado en Revista Creces, Agosto 1988 )
La convivencia armónica constituye un anhelo espiritual y moral de la humanidad.
Lamentablemente, nuestros actos, individuales y de grupo, nada hacen para alcanzar
señalada meta. Un vistazo al mundo animal nos permite apreciar como en algunas
comunidades se logra este objetivo buscado con tan poco éxito por el género humano.
En toda sociedad las posibilidades de progreso y bienestar dependen estrechamente
de que se logre un adecuado nivel de convivencia de todos sus componentes, de modo
que el interés individual se posponga en beneficio del bien de toda la comunidad. La
no convivencia y falta de sentido de solidaridad en sus grados extremos llevan,
inevitablemente, al caos y al triunfo del más fuerte.
En nuestra sociedad la convivencia deja mucho que desear. A muchos preocupan la
inflexibilidad, la descalificación y las posiciones extremas que actualmente estamos
observando. Ello constituye un serio escollo para alcanzar el bienestar y la justicia que
tanto se desea. Es un hecho que la lucha por el poder distorsiona la convivencia.
Es necesario analizar las raíces profundas del problema, que seguramente están
dentro de nosotros mismos. La especie humana nunca ha logrado convivir
armónicamente, pero ¿Será posible llegar a normas básicas que permitan una cierta
convivencia o, simplemente, tenemos que aceptar esa situación como utópica?.
2. Buen Vivir, un plan de Ecuador que quiere convertirse en referente regional
Ecuador presentó esta semana su plan del Buen Vivir, una estrategia que quiere convertirse en
un referente regional para transformar la sociedad, acabar con la pobreza, impulsar el
conocimiento y empujar el desarrollo.
"El plan está destinado a convertirse en un referente latinoamericano", una región que padece de
problemas comunes y que es "la más desigual del planeta", aseguró hoy en entrevista con la
agencia de noticias EFE el titular de la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades),
FanderFalconí. En América Latina "vive el hombre más rico del planeta (el mexicano Carlos Slim) y
tenemos millones de pobres", una paradoja que no se explica, si se considera "la gran diversidad
cultural" de la región que es también "única en términos de biodiversidad", apuntó Falconí. El
titular de Senplades dijo que el Buen Vivir es también "una hoja de ruta" que tiene el Gobierno
ecuatoriano para los próximos cuatro años, cuando concluya el mandato del presidente
izquierdista Rafael Correa. En concreto, añadió Falconí, el plan del Buen Vivir contiene "puntos de
ruptura conceptuales", como la forma de ver el territorio al momento de aplicar las políticas
públicas. El plan incluye "agendas zonales" que hacen más eficiente la inversión pública, apuntó al
destacar otros "elementos de ruptura programáticos" como el cambio de la matriz productiva para
alcanzar una "viabilidad económica" como país. El plan, para Falconí, se enmarca en lo que
denominó el "socialismo del Buen Vivir", opuesto al antiguo modelo neoliberal y que tiene al
hombre como eje central de la gestión pública. "Debemos acabar con el Estado burgués y
transformarlo en un Estado ciudadano, en el que los ciudadanos se empoderen del proceso de
transformación", apuntó. Para lograr aplicarlo en su país, Falconí aseguró que el plan del Buen
Vivir debe alcanzar un "cambio de la matriz productiva" para impulsar la industria nacional y dirigir
los esfuerzos a constituir una "sociedad del conocimiento". Por eso, dijo, el plan pone énfasis en la
educación de excelencia, donde se propone un programa "ambicioso" que va desde la
erradicación del analfabetismo hasta la creación de una "ciudad del conocimiento",
llamada Yachay, ya en proceso de construcción. Para cumplir las ambiciosas metas, el plan
contempla una inversión de USD 47.000 millones en cuatro años, que se financiarán con recursos
de los presupuestos fiscales. El plan también supone el fomento a la producción nacional y el
ejercicio de la soberanía al momento de negociar acuerdos comerciales con otros países y bloques.
"No vamos a ser parte de mercados de libre comercio", enfatizó Falconí. Ecuador, dijo, mantendrá
firmes algunas "líneas rojas", sobre todo en los capítulos de propiedad intelectual, el tratamiento
de las compras públicas y la complementariedad de la inversión financiera en el desarrollo. Si no
hubiera aceptación de esas premisas, "Ecuador no firmaría" ningún acuerdo comercial, remarcó
Falconí y destacó que la integración regional también es una prioridad para su país en el capítulo
económico y financiero. Por ello habló de la necesidad de crear un sistema de "compras públicas
regionales", así como fortalecer instrumentos financieros como el Banco del Sur y el Sistema de
Compensación Regional de Pagos (Sucre), que forman parte de la Nueva Arquitectura Financiera
que se ha propuesto en la región.