1. ___________________________________________________________________________________________
AGRADECIMIENTOS
___________________________________
Cómo te conocí…
entado a tu lado sobre el cordón pintado de blanco de la calle del Barrio de
S Suboficiales Sargento Cabral, contemplo el jacarandá frondoso y los pinos
que te rodean todo se ve verde esperanza mientras los pájaros día a día te
regalan sus trinos.
¡Ya estás en tu plenitud! ¿Te acordás cuando nos conocimos? Hablan mucho de vos,
de lo bien que le haces a la sociedad, de las noches en vela que pasan los que aquí vienen
a buscar tu sabiduría. No te podes quejar, tenés un público mayoritariamente femenino que
provoca la envidia a muchos hombres…
Cuando te conocí fue amor a primera vista. En ese momento me picó el bichito de
reanudar los estudios superiores, verte más seguido. Hubo cosas que costaron internalizar,
conceptos, cursadas fuera de lo común, el lenguaje propio de la carrera, todo fue una gran
experiencia.
Che, qué frío que hace, este 2012 se vino con todo. A propósito, me enteré que esta
primavera cumplís 25 años, seguro que en septiembre vas a tirar la casa por la ventana.
¿Qué cómo me enteré? Un amigo en común, paseador de palabras y memorias, nos pidió
que lo ayudáramos a escribir un libro sobre vos. Imagínate, no lo podíamos creer, era un
honor y una gran responsabilidad. El profe Cruz nos contó que conoce a quienes te “tuvieron
en sus brazos”, te vieron dar los primeros pasos, y un día te largaste solo a caminar,
dejaste en él como en tantos otros un sentido de pertenencia importante, difícil de borrar.
Hoy ya tenés tu reconocimiento a nivel municipal, provincial y por qué no nacional.
Uhhh!! Mirá, ahí vienen cruzando el patio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced las
compañeras escritoras. Este va a ser nuestro regalo. Por eso hoy, miércoles, a pesar de
estar en vacaciones, nos juntamos en tu casa para poder terminar de recopilar tu historia.
Fuiste la cuna de analistas de sistemas y luego de bibliotecarios. ¡Te dejo porque ya
se acercan las “brujas”, tal como llama a las alumnas, Héctor, tu jefe de preceptores.
No sé qué nos tendrá deparado el destino, nos encantaría recibirnos y quedarnos a
tu lado transmitiendo conocimientos y formando otras generaciones, como que vos lo venís
haciendo desde hace dos décadas y media.
HÈCTOR DAMIÁN
11