Este cuento cuenta la historia de un ruiseñor que cantaba hermosamente en el jardín del emperador de China. El emperador ordenó traer al ruiseñor a su palacio para que cantara todos los días. Más tarde, el emperador recibió un pájaro mecánico que imitaba el canto del ruiseñor. El ruiseñor se sintió triste y escapó del palacio. Años después, cuando el emperador estaba muriendo, solo el canto del ruiseñor pudo salvarlo de la muerte. El ruise
2. ¿Conoces el texto presentado?
¿En qué idioma estará escrito?
¿Si no sabes japonés o chino no
vas a poder leer el texto?
¿De qué tratará?
¿Conoces palabras en idiomas
asiáticos? (coreano, chino,
japonés, árabe, etc.)
?
3. Titulo del texto
¿Por qué es importante conocer otras culturas?
¿De qué tratará el texto?
¿Qué personajes participarán?
¿En dónde sucederán los hechos?
Autor : Hans Christian Andersen
4. Hace muchos años, el palacio del
Emperador de China era el más
hermoso del mundo. Tenía un
jardín enorme que llegaba hasta
orillas del mar.
En uno de sus árboles vivía un
ruiseñor que cantaba tan
dulcemente que los pescadores se
detenían todas las noches para oír
sus trinos. A pesar del cansancio
de la jornada diaria, no podían
renunciar a oír su hermoso canto.
El ruiseñor
5. Muchos poetas extranjeros escribieron
versos elogiando al emperador, el
palacio, los jardines, pero las más bellas
estrofas estaban dedicadas al ruiseñor.
Un día el emperador se enteró de la
existencia de esa ave tan prodigiosa y
ordenó a sus sirvientes traerla. Los
sirvientes inmediatamente la buscaron y
con ayuda de una niña la pudieron
encontrar. Le invitaron a cantar en el
palacio.
El ruiseñor
6. En medio del salón del trono
habían instalado una varilla
dorada para el ave. Cuando el
ruiseñor empezó a cantar el
emperador se echó a llorar de
felicidad.
Desde aquel día el ruiseñor era
invitado del emperador,
cantaba frente a su cama.
Ttenía una jaula de oro, podía
pasear por los jardines y doce
cortesanos acompañaban al
ruiseñor.
El ruiseñor
7. Cierto día, el emperador recibió como regalo un ave mecánica con el
cuerpo cubierto de delicadas láminas de oro, diamantes, rubíes y
zafiros cuyo canto imitaba al ruiseñor. En cuanto le dieron cuerda, el
ave mecánica empezó a cantar al mismo tiempo que movía su cola de
oro y plata.
- ¡Esto es magnífico! ¡Es mejor que el verdadero!- decían los invitados.
8. - Qué canten juntos.- dijo el Emperador -
Harán un dúo espléndido.
Así lo hicieron, pero el dúo no salió bien. El
ruiseñor verdadero cantaba según su
inspiración, mientras que el ave mecánica
repetía perfectamente los sonidos
programados en su circuito.
- El dúo sale mal por culpa de aquel y no de
este – dijo el director de orquesta – el ave
mecánica canta al compás, pero el otro
desafina…
- Además es más hermoso porque sus
piedras preciosas brillan – decían las damas
reales.
El ruiseñor
9. El ruiseñor se sintió triste y
apenado por ello escapó por una
ventana del palacio mientras
todos atendían el canto del
ruiseñor artificial.
Pasó un año, una noche mientras
el pájaro mecánico cantaba se
detuvo su mecanismo.
Llamaron al relojero real pero solo
consiguió que cante una vez al
año.
El ruiseñor
10. Pasó el tiempo, y ahora la novedad era
la salud del Emperador, iba a morir.
Permanecía en la cama, pálido y apenas
respiraba. Sufría de alucinaciones: veía
rostros extraños, figuras que lo
acechaban con espadas, seres que le
hablaban de sus malas acciones.
La misma Muerte cogió la corona, el
cetro y la espada real, ya se dirigía
hacia el lecho del emperador para
tomar su vida. Entonces el emperador
gritó despavorido.
El ruiseñor
11. De pronto, como un milagro, se oyó en
la ventana el hermoso canto del
ruiseñor. Las visiones se fueron hasta la
misma muerte escuchaba silenciosa y
encantada.
- Sigue, ruiseñor, sigue –dijo la Muerte.
- Sí – dijo el ruiseñor – seguiré si me das
la corona, el cetro y el sable de oro.
La Muerte le daba cuanto pedía el
ruiseñor.
Por cada canción que entonaba le
devolvía las pertenencias del
moribundo emperador.
12. Incluso logró que la Muerte se
fuera sin llevarse la vida del
soberano.
- Gracias – dijo el emperador
llorando de emoción -¿Estarás
siempre a mi lado?
- Sí, pero no viviré en tu palacio,
volaré por los confines de tu reino y
te contaré lo que vea. Te hablaré de
los hombres que sufren y de los
que son felices, de los que pasan
hambre sin que tú lo sepas.
El ruiseñor