En 1990, interesado en habilitar a las instituciones educativas de un instrumento de planificación que les permitiera enfrentar la crisis, cuya agudización ya se advertía, escribí una guía metodológica para elaborar lo que por entonces se llamó Proyecto de Desarrollo Institucional (PDI). Estaba orientado a proporcionar una metodología validada experimentalmente para hacer de las instituciones educativas proyectos viables de gestión pedagógica e institucional. El PEI que todos los ministerios de educación de los países de ALC exhiben gozosos de su colonialismo mental, no es ni proyecto, ni educativo ni institucional. Tampoco un instrumento de planificación. Mucho menos de gestión. Es apenas un anillado de documentos erráticos en los que directores y autoridades de Instituciones Educativas encuentran sustento a su mediocridad y burocratismo. Mientras UNESCO, asegura y extiende su imperio. ( rr/ Enero, 2015)