No cabe duda. La apertura cubana a la injerencia sionista estadounidense ha suscitado encuentros y desencuentros. Los primeros insisten en que el mundo debe ordenarse en torno a la "democracia" capitalista y le agradecen a Obama el permitirle a Cuba retornar al redil. Son los que cuando se creían revolucionarios decían “Cuba sí, yanquis no” y hoy han “innovado” a “Cuba sí yanquis también”, como Silvio Rodríguez. Entre los segundos, están quienes rechazamos la sola idea del retorno. Muchos no somos cubanos de nacimiento, pero nos une, a los que lo son, y están en contra del retorno, la misma lealtad al pensamiento revolucionario que nutrió la resistencia al bloqueo, al terrorismo, a la sedición. Somos de los que amanecimos al grito de “yanquis go home” y nos negamos a anochecer delirando “yanquis come home”.
Horarios de cortes de luz en Los Ríos para este lunes, 22 de abril, según CNEL
Sobre Cuba: Trumph, Bush, Clinton. Diferentes pero iguales. Max Lesnik, el “duende”, los cree distintos
1. Sobre Cuba: Trumph, Bush, Clinton. Diferentes pero iguales.
(Max Lesnik, el “duende” que los cree distintos)
rubèn ramos
12-09-15
https://alizorojo.wordpress.com
No cabe duda. La apertura cubana a la injerencia sionista estadounidense ha
suscitado encuentros y desencuentros. Los primeros insisten en que el mundo
debe ordenarse en torno a la "democracia" capitalista y le agradecen a Obama
el permitirle a Cuba retornar al redil. Son los que cuando se creían
revolucionarios decían “Cuba sí, yanquis no” y hoy han “innovado” a “Cuba sí
yanquis también”, como Silvio Rodríguez.
Entre los segundos, están quienes rechazamos la sola idea del retorno.
Muchos no somos cubanos de nacimiento, pero nos une, a los que lo son, y
están en contra del retorno, la misma lealtad al pensamiento revolucionario que
nutrió la resistencia al bloqueo, al terrorismo, a la sedición. Somos de los que
amanecimos al grito de “yanquis go home” y nos negamos a anochecer
delirando “yanquis come home”.
La mano que Cuba debe evitar
Cuba es la lealtad a “Patria o Muerte” que está hoy en cada rincón de
Palestina, de Siria, de Irak, de Yemen, de Irán, de Libia, de Afganistán, de
Serbia, del Sahara, del Congo, de Mali, de Nigeria, de Ecuador, de Bolivia, de
Nicaragua, de Venezuela, de Argentina, de Brasil. Son estos pueblos, y
muchos más, los que hoy enfrentan a la alianza sionista que destruye los
cimientos de la civilización para construir “el pueblo de Dios”. Que no es, sólo,
una cuestión religiosa.
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2. Esta construcción pasa por una serie de “Estados fallidos” sujetos a “Guerras
híbridas” donde la “ayuda” de las instituciones financieras de la ONU y
del Departamento de Estado estadounidense, junto a sus socios de las
transnacionales, se dan la mano con los “filántropos” de la especulación
y de la estafa financiera para negociar con el vicio, la corrupción, el
crimen organizado, la violencia sistemática, el sicariato, los mercenarios,
bajo la protección militar de los Comandos Unificados Combatientes de
EEUU, la OTAN, el “Estado Islámico”.
Cuba no necesita de la mano que está detrás de este horror. De esa mano que
ha puesto a cientos de miles de desplazados en los territorios de Europa
meridional y central y que advierte un terrible drama humano. Mirar esto de
lado, sabiendo que EEUU está detrás, es una irresponsabilidad histórica. No
hay pragmatismo, ni realismo válidos. Tampoco, pseudo-argumentaciones, ni
sesgos mediáticos y, mucho menos, “ego” que valga.
A despecho de todo el terror sionista, la Geopolítica ha dado un vuelco radical
en los últimos 15 años. Otro mundo es posible y esto exige aunar fuerzas en
lugar de debilitarlas. Cuba no puede sumarse al retorno del “Destino
Manifiesto” para hacer de América latina, otra vez, el “patio trasero” de Estados
Unidos. La integración del ALBA, que labraron Chávez y Fidel, debe
fortalecerse y articularse con los procesos de integración del Asia para
evitar el retorno de la unipolaridad y de la decadente hegemonía de
Estados Unidos.
Un “duende” que se equivoca entre republicanos y demócratas
Por esto, y porque creo en la certeza del Che de que “a los yanquis no se les
puede creer ni un tantico”, quiero referirme a una nota publicada por el señor
Max Lesnik, “el duende”, con relación a lo dicho por el pre-candidato
republicano Donald Trumph al “Dailly Caller”, el diario de los sionistas
“libertarios” ultraconservadoras de Estados Unidos.
Lesnik, autodefinido como “el hombre de las dos Habanas” (la de la Isla y la
de Miami), es hijo de judío con cubana y vive en Miami desde 1961 en que
salió de Cuba por discrepar con la orientación socialista asumida por la
Revolución. En Miami fundó la revista “Réplica” para responder a los ataques
que los “batistianos” le hacían a Fidel y a la Revolución en su revista “Patria”.
Tiene un programa diario en Radio-Miami dedicado a la “historia extraoficial de
Cuba” con el seudónimo de “el duende”. Comparte con Raúl Castro su fe en “la
voluntad de Obama”. Cree en “el estilo Clinton” y dice que “lo que hay que
hacer es convencer al pueblo norteamericano de que la política hacia Cuba
está equivocada aunque no se traduzca en un cambio en la política
americana”. (¡!)
Refiriéndose a Trumph, dice que un periodista del “Daily Caller” le pidió al
candidato ultraconservador y libertario de los republicanos su posición
respeto a “la nueva política del Presidente Barack Obama” sobre
“mejores relaciones diplomáticas con Cuba”. Trumph espetó: “I Think it
´s. (“Pienso que está bien”).
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3. Lesnik considera que “Trump no está muy desafinado cuando suena su
trompeta con respecto al caso cubano porque, aun cuando no se sabe si
llegará a ser el candidato republicano a la presidencia estadounidense, su
posición con respecto a Cuba le acaba de dar un buen puñetazo en la cara a
Jeb Bush, el joven heredero del clan de los Bush”.
Agrega: “Puso a los republicanos a correr y marcó su diferencia con Jeb Bush,
Marco Rubio y Ted Cruz en cuanto a la política de Washington hacia La
Habana, puesto que estos tres candidatos a la presidencia de Estados Unidos
por el Partido Republicano, han dicho que de ser electo cualquiera de ellos,
rompería de nuevo las relaciones diplomáticas con la isla, recrudecerían el
Bloqueo y aplicarían nuevamente las restricciones de viajes de cubanos en
ambas direcciones, dividiendo de nuevo a la familia cubana como en
tiempos del Presidente Republicano George Bush”. Y termina diciendo que
“Trumph coincide con la candidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton
de que hay que levantar el Bloqueo a Cuba”.
Cosa que Trumph no dijo. Lo que sí dijo, aunque no en esta oportunidad, sino
en 1999, en un editorial del Miami Herald, es que el embargo a Cuba era
costoso y que antes de hacer negocios con Cuba con socios europeos y ganar
millones de dólares, prefería perder esos millones que perder el respeto a sí
mismo. Ese mismo año, refiriéndose a Fidel Castro en “La Pequeña Habana”,
en Miami, dijo: “El ha sido un asesino, él es un criminal y no creo que se deba
premiar a la gente que ha hecho las cosas que él ha hecho”.
Antes de seguir, diré algo sobre la “doctrina libertaria” que identifica tanto a los
republicanos como a los demócratas estadounidenses. Proclama la defensa y
hegemonía de la propiedad privada y del libre mercado capitalista. Y que yo
sepa, ni Bush, ni Rubio, ni Cruz, o Hillary Clinton discrepan, en este sentido, del
propio Trumph.
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4. Por eso creo que lo de “duende” ya no le cabe al señor Lesnik. Por lo menos no
el sentido que “duende” tiene, como “espíritu que produce estruendo”. Algo que
habría ocurrido, entre la gusanera cubana llegada a Miami, allá por los años
60’, cuando Lesnik escribía en “Réplica”. Ahora se parece más a un “cardo
seco y espinoso” que trepa sobre los hombros de los Gorvachov de la Isla para
“impedir el escalo” de la Revolución que Fidel, el Che y Camilo Cienfuegos
legaron al pueblo cubano y que éste ha sabido mantener, hasta hoy,
guerreando contra el imperio yanqui.
Felicitarse porque el sionista Donald Trump dice que “apoya la política de
Obama” hacia la Isla, coincidiendo así con la judía por matrimonio, Hillary
Clinton, es simplemente haber perdido todo sentido de la prudencia que exige
el buen conocimiento de la historia y de la estrategia imperial estadounidense
para Centro América, América del Sur y el Caribe en el momento actual. Esta
pasa por destruir el Alba, Unasur, la Celac, PetroCaribe. Para eso están en
plena ejecución la “Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Norte” (para
anexarse Guatemala, Honduras, El Salvador); la “Alianza del Pacífico” en
América del Sur; las viejas y nuevas Bases Militares en todo el sub-continente
bajo el mando y control del Comando Sur y la IV Flota; la nueva alianza
energética Caricom-EEUU. Todo dentro del marco geopolítico, económico y
militar de la Grandísima Trinidad (TPP, TTIP, TiSA), con financiamiento del
Grupo del BID, de sus socios inversionistas transnacionales y de las mafias
bancarizadoras y especulativas.
Creer que exista alguna diferencia, más allá del oportunismo electoral, entre
Trump, Bush, Clinton y los demás canallas de la política estadounidense, o
entre republicanos y demócratas, significa que Lesnik se perdió en la oscuridad
que les sirve a los duendes para travesear. Quizás por esto mismo cree que
Obama dicta la política de EEUU. Seguramente los Bush y el propio Trump,
tengan algo que ver con las élites que lo hacen. Obama, es apenas un
fantoche.
rr/12-09-15
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