1. Castro Valnera
.
Fecha:
8 de Enero de 2008
.
Ruta de ascensión:
Desde Espinosa de los Monteros (Burgos)
.
personas que realizan la marcha
6 personas
.
Comentarios
Los pronósticos atmosféricos no eran en absoluto favorables para ninguna salida, pues se anunciaban
lluvias abundantes. Sin embargo, la determinación individual de cada uno de los que formábamos el
grupo superó todos los reparos a la climatología.
El núcleo inicial del grupo lo formaban los dos Alfredos (Sevilla y Hernández), Santi y Mª Eugenia. Jesús
se apuntó de forma espontánea y finalmente también Edurne. Salimos a las 8:30 en dos coches. Y
casi después de dos horas de camino, sin parar de mover el limpiaparabrisas, llegamos a la
base de la estación de esquí. El coche de Santi en el último tramo del camino se vio obligado
a retroceder unos cientos de metros, por la dificultad de avanzar sin cadenas. Para entonces
por lo menos había dejado de llover. Alfredo, en cambio, que puso las fundas a las ruedas de
su PASSAT, pudo subir hasta los remontes. Todos menos Jesús empezaron la marcha con
raquetas, con una niebla bastante cerrada y con ideas bastante confusas en cuanto a la
dirección que había que tomar. Pero Sevilla, superexperto en el manejo del GPS, en seguida
puso al grupo en la dirección acertada, y cuando nos desviábamos, nos corregía la dirección.
TODO UN FENÓMENO ALFREDO SEVILLA ¡!!!
A causa de la gran cantidad de nieve acumulada, de la niebla y del desconocimiento del
camino (los que habían estado en otras ocasiones habían salido desde otra zona) anduvimos
un largo rato subiendo y bajando, como si fuéramos campo a través, aunque sin perder la
buena dirección (gracias a Sevilla), hasta que llegamos a un lugar, a partir del cual se
imponía calzarse los crampones y abandonar las raquetas . Precisamente en este momento,
que aprovechamos también para recuperar energías, empezó a disiparse la niebla y tuvimos
una cierta perspectiva de la zona a la que nos dirigíamos. De igual manera es allí donde
encontramos el sendero que nos iba a llevar a la cima. El resto del trayecto, por tanto, se
hizo más visible y así llegamos al collado . Desde allí teníamos a la derecha el Pico de la miel
y a la izquierda Castro Valnera. Ayudados también por la ausencia de niebla, de lluvia y de
viento, es decir, con unas condiciones atmosféricas que todos habíamos considerado
increíbles, comenzamos la verdadera ascensión. De una forma cómoda, sin grandes
esfuerzos y sin dificultades técnicas, llegamos a la cumbre , desde la que pudimos gozar de
excelentes vistas: al Norte, el Mar de Cantabria; al Oeste, los Picos de Europa,
completamente nevados, y al Sur y Este el resto de los Montes de Burgos. Después de un
breve descanso, el descenso. Éste tuvimos que realizarlo de una forma urgente, pues por el
Norte y Este se acercaban negros nubarrones y espesa niebla, que no anunciaban buenos
augurios.
2. Efectivamente, aunque el primer tramo del trayecto lo hicimos todavía bajo una “atmósfera
amiga”, pronto nos sorprendió un impresionante relámpago con un terrorífico trueno, así
como nieve en abundancia, no en forma de copos, sino de bolitas como de porexpan. Ësta
nos acompañó ya en todo el camino hasta los coches. Aunque la nieve no nos dio tregua, por
lo menos tuvimos que agradecer que, al no ser copos, las bolitas eran secas y no mojaban la
ropa, por lo que llegamos bastante secos. Además el pisar esa nieve era como andar por una
cómoda alfombra. Una vez desprovistos de los crampones y sacudida la ropa, que se nos
había llenado de bolitas blancas, entramos a comer en el bar. A la vuelta formamos dos
grupos: Edurne, Mª Eugenia y Alfredo H., que tenían el coche allí mismo, y Santi, Alfredo S.
y Jesús, que tuvieron que bajar andando bajo una ventisca de nieve hasta el coche de Santi.
Para salir, hubo que ponerle las cadenas, que costó un buen rato, porque eran nuevas, al
tiempo que tuvimos que mirar las instrucciones, y todo bajo una fuerte nevada y un frío que
iba en aumento. Alfredo y sus chicas esperaron hasta que Santi arrancó. A pesar de las
condiciones atmosféricas, quedamos muy satisfechos de la salida, porque la mayoría
conocimos una zona nueva y porque en el tiempo nos respetó, por lo menos, cuando
estábamos en los lugares más comprometidos.
.
Fotos
.
.