Este documento resume las reflexiones de Mónica Marcela Tejedor sobre dos libros: "¿Quién se ha llevado mi queso?" y "La culpa es de la vaca". El primer libro la ayudó a darse cuenta que su felicidad depende de ella misma y no de alcanzar metas específicas, y a dejar atrás los miedos. El segundo libro resalta la importancia de asumir la responsabilidad por nuestros propios actos en lugar de culpar a otros. Mónica espera aplicar estas lecciones para pensar más
3. ¿Quién se ha llevado mi queso?
Al igual que las personitas Kif y Kof, yo encontré un queso, el que considere en
ese momento mi queso y era estudiar medicina, lo era todo para mí en ese
momento y aunque sabía que era difícil, que habían dificultades económicas,
que a veces me faltaban fuerzas e incluso pensando que no tenía lo que se
necesitaba por mi poca tolerancia a la frustración, yo estaba convencida que era
mi único queso y me aferre a él, continúe estudiando porque pensaba que era
eso o nada y no me di cuenta que me pasaba a mí y lo que pasaba a mi
alrededor, mi queso se estaba mohoseando y yo no me percataba.
4. ¿Quién se ha llevado mi queso?
Resulta que por aferrarme a este queso, a este sueño, no me di cuenta que mi
papa que era el que lo hacía posible, se iba a quedar sin trabajo y el, al igual que
los ratones detecto pronto los cambios, busco nuevas opciones, y aunque
encontró muchas, el laberinto de la vida lo dejo al final en caminos sin salida y
todo se derrumbó al no encontrar más queso. Durante mis estudios vi diferentes
personas y sus casos, unos se dieron cuenta muy pronto lo que implicaba estudiar
medicina y no se arriesgaron, se retiraron, otros se retiraron cuando ya no podían
soportar más ni podían manejar los problemas que habían surgido, otros
aplazaron la carrera para arreglar los problemas o inconveniente y regresaron con
la convicción de seguir y otros continuaron sin parar, sin darse por vencidos a
pesar de todas las dificultades y se graduaron. Yo experimente algo de todos
estos caminos y aun así no quise notar los cambios que ocurrían en mí pues me
sentía triste gran parte del tiempo, perdía concentración, por tanto memoria, me
volví temerosa, insegura, me estaba aislando, fui presa de mis miedos como el
ratón kif, estaba deprimida.
5. ¿Quién se ha llevado mi queso?
Todo esto tuvo que pasar para darme cuenta que mi salud y la de mi familia
están primero, que estudiar medicina no lo es todo en mi vida, que si no era
eso entonces no iba a ser nadie, que como el ratón Kif “no creo que me guste
ese nuevo queso”, dudando y vacilando con miedo a cambiar y deje ese
miedo, como el ratón kof me aventure en el laberinto y encontré que son
muchos los quesos que puedo encontrar y que si hay que sacrificar cosas pero
hay que conocer los propios límites y que mi felicidad es algo que yo debo
buscar a mi manera y a mi paso y que no es un fin o una meta, sino que la
felicidad es el recorrido en este laberinto y si me tardo más que los demás en
lograr cosas pues debo aceptarlo y dejar de compararme con otros. Como dice
el ratón kof ser capaces de reírnos de nosotros mismos, dejar los miedos atrás
y ser libres.
6. ¿Quién se ha llevado mi queso?
Ahora después de leer este libro, la frase que más me gusto fue ¿Qué harías
si no tuvieses miedo? Creo que el miedo es lo que no me deja progresar,
siempre pensando demasiado en que si hago esto y aquello pero si pasa esto
y aquello, mejor no porque esto y lo otro y en cosas que no son de vida o
muerte como para pensarlo demasiado. Pienso que me eh perdido mucho en
mi vida por no hacerme esta pregunta. También quiero dejar de pensar en mi
viejo queso y no perder el tiempo negando el cambio, pensar en mi nuevo
queso, diseño de modas y detectar a tiempo los cambios como el ratón “oli” y
actuando oportunamente como el ratón “corri”, para adaptarme y que no me
coja desprevenida estos cambios como a las personitas en la cómoda central
quesera Q.
7. ¿Quién se ha llevado mi queso?
Todo esto tuvo que pasar para darme cuenta que mi salud y la de mi familia
están primero, que estudiar medicina no lo es todo en mi vida, que si no era
eso entonces no iba a ser nadie, que como el ratón Kif “no creo que me guste
ese nuevo queso”, dudando y vacilando con miedo a cambiar y deje ese
miedo, como el ratón kof me aventure en el laberinto y encontré que son
muchos los quesos que puedo encontrar y que si hay que sacrificar cosas pero
hay que conocer los propios límites y que mi felicidad es algo que yo debo
buscar a mi manera y a mi paso y que no es un fin o una meta, sino que la
felicidad es el recorrido en este laberinto y si me tardo más que los demás en
lograr cosas pues debo aceptarlo y dejar de compararme con otros. Como dice
el ratón kof ser capaces de reírnos de nosotros mismos, dejar los miedos atrás
y ser libres.
9. LA CULPA ES DE
LA VACA
Algo que me impactó desde el inicio fue: “si no
encontramos fácilmente un culpable de las cosas que
nos pasan, somos capaces de responsabilizar a un
animal, al destino, al horóscopo, a las personas, a lo que
sea, con tal de no comprometernos con el cambio”. En
mi caso soy consciente que la culpable de mis
problemas soy yo, pero eso no basta, aunque a mi forma
de ver en nuestra mente sabemos la verdad pero le
mentimos a otros - y bueno a veces a nosotros mismos -,
nos excusamos y no asumimos nuestras
responsabilidades con compromiso y valor, como dicen
en la ramificación de culpas, no pensamos bien en los
efectos de nuestros actos.
10. Las tres rejas
Las palabras del filósofo sabio hacia su
discípulo: si el “comentario” no es verdadero, ni
bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Hago alusión a esta narración porque a veces es
muy difícil pasar por alto lo que consideramos
un mal comentario y criticar luego a la persona
juzgándola sin conocer el porqué de su
comentario, sentenciando sin fundamentos
sólidos y también cuantas veces no habremos
hecho un comentario que disgusto a otra
persona sin detenernos a pensar cómo se
sentiría, por imprudencia y poca empatía.
11. Lo tuyo y lo mío
Culpando a otros injustificadamente, poniendo
un juicio equivocando de una persona sin tener
la nobleza de pedir perdón.
12. ¿Quién me
necesita?
Me pregunto cuántas veces eh sido egoísta,
centrándome solo en mis problemas sin
siquiera escuchar a esa persona que pudo
haberme necesitado, o rechazar el afecto, el
tiempo y la compañía de buenas personas que
sin notarlo estaban a mi lado.
13. Son muchas las lecciones que nos muestra este libro y nos
invita a reflexionar sobre nuestros actos, pensamientos,
actitudes hacia los demás. Sobre todo espero pensar un
poco más antes de simplemente lanzar un juicio, entender el
valor de cada persona, dar aunque sea un pequeño paso y
poco a poco contribuir a una mejor sociedad, más justa,
solidaria, tolerante, responsable de sus actos y muchas
cosas más pues como en la narración el eco, todo lo bueno
o malo que hagas en la vida se te devolverá y que los
pensamientos positivos atraen acontecimientos positivos.