Here is a translation from English to Spanish of a small extract from Stuart Hall's book "The Work of Representation."
The translation extract start from page 40 to page 42.
1. TRADUCCIÓN DE LAS PÁGINAS 40-42
5.1 Cómo darle sentido a Las Meninas de Velázquez
La obra de Foucault, Las palabras y las cosas (1970), comienza con una discusión sobre una
pintura del famoso pintor español Velázquez, llamada «Las Meninas». Este ha sido un tema de
considerable debate académico y controversia. La razón por la que la estoy usando es porque, como
todos los críticos concuerdan, la pintura en sí plantea ciertas preguntas sobre la naturaleza de la
representación, y el mismo Foucault la usa para hablar sobre estas cuestiones más amplias sobre el
individuo. Son estos argumentos los que nos interesa, no la pregunta de si el análisis sobre cuál es el
mensaje de la pintura que plantea Foucault es la ‘verdadera’ o incluso la definitiva. Que la pintura
no tenga un significado definido o definitivo es, en efecto, el argumento más fuerte de Foucault.
La pintura es única entre las obras de Velázquez. Fue parte de la colección real española y
estuvo colgada en el palacio en una habitación que luego fue destruida por un incendio. Fue fechada
‘1656’ por el sucesor de Velázquez como pintor de la corte. Originalmente llevó el nombre de «La
emperatriz con sus damas y una enana», pero ya para el inventario de 1666, adquirió de título
‘Retrato de la infanta de España con sus damas de honor y sirvientes, por el pintor de la corte y
chambelán Diego Velázquez». Posteriormente fue llamado Las Meninas, «Las damas de honor».
Algunos argumentan que la pintura muestra al mismo Velázquez trabajando en Las Meninas, y que
fue pintado con la ayuda de un espejo; pero esto ahora es considerado improbable. La explicación
más reconocida y convincente, es que Velázquez estaba trabajando en un retrato de cuerpo entero
del rey y la reina, y que es la pareja real los que se reflejan en el espejo de la pared del fondo. Es a
esta pareja a quienes la princesa y sus acompañantes están mirando, y en ellos en quienes la mirada
del artista parece descansar al dar un paso atrás de su lienzo. El reflejo incluye ingeniosamente a la
pareja real en la imagen. Esta es esencialmente la explicación que Foucault acepta.
ACTIVIDAD 9
Mire la imagen con cuidado mientras resumimos el razonamiento de Foucault.
FIGURA 1.9 Diego Velázquez, Las Meninas, 1656
2. Las Meninas muestra el interior de un cuarto, tal vez el estudio del pintor u otro cuarto en el
Palacio Real español, el Escorial. La escena, aunque en sus recovecos es algo oscura, está bañada
en la luz que entra por la ventada de la derecha. ‘Estamos viendo a una imagen en donde el pintor
está, a su vez, mirando para afuera hacia nosotros,’ dice Foucault (1970, p.4). A la izquierda,
mirando hacia adelante, está el mismo pintor Velázquez. Se encuentra en pleno acto de pintar, y su
pincel se encuentra suspendido en el aire, ‘tal vez... considerando si debería agregar algún toque
final al lienzo’ (p.3). Está mirando a su modelo, quien está sentado en el lugar desde donde nosotros
estamos mirando, pero no podemos ver quién es el modelo, porque el lienzo en donde está pintando
Velázquez nos da la espalda, su cara está definitivamente apartada de nuestras miradas. En el centro
de la pintura está parada, lo que la tradición reconoce como la pequeña princesa, la Infanta
Margarita, quien se ha dado la vuelta para ver lo que sucede. Ella es el centro de la pintura que
estamos mirando, pero ella no es el ‘objeto’ del lienzo de Velázquez. La Infanta tiene a su alrededor
un ‘séquito de carabinas, damas de honor, cortesanos y enanos’, y su perro (p.9). Los cortesanos
están parados al fondo hacia la derecha. Las damas de honor están paradas a cada lado de la Infanta
enmarcándola. Hacia la derecha, en la parte delantera, hay dos enanos, uno es un bufón famoso de
la corte. Los ojos de muchas de las figuras, como las del mismo pintor, están mirando para afuera,
hacia el frente de la imagen a los modelos.
¿Quiénes son —las figuras a quienes todos están mirando pero que no podemos mirar, y
cuyo retrato estamos prohibidos de ver? De hecho, aunque al principio pensamos que no los
podemos ver, la imagen nos dice quiénes son, ya que detrás de la cabeza de la Infanta, un poco
hacia la izquierda partiendo del centro de la imagen, rodeado por un marco de madera hay un
espejo. Y en el espejo —por fin— están reflejados modelos, quienes están, en efecto sentados en la
posición desde la cual estamos mirando: ‘un reflejo que nos muestra francamente lo que falta en las
miradas de los demás’ (p.15). Las figuras reflejadas en el espejo son, el rey Felipe IV y su esposa
Mariana. Al costado del espejo, hacia su derecha, al fondo de la pared, hay otro ‘marco’, pero este
no es un espejo en el cual se refleja una imagen; es el marco de una puerta que da para afuera de la
habitación. En la escalera, con los pies puestos en diferentes escalones, ‘se destaca el perfil entero
de un hombre’. Este acaba de entrar o está a punto de dejar la escena y la está mirando desde atrás,
observando lo que pasa, pero ‘conforme con sorprender a aquellos que están adentro sin que sea
visto’ (p.10).