El documento propone un modelo de democracia directa basado en la Comuna de París, donde los representantes son elegidos y revocables en cada lugar de trabajo y se organizan en asambleas locales y nacionales. Los representantes tendrían un mandato revocable en cualquier momento y se elegirían en fábricas, talleres, granjas u oficinas para luego enviar delegados a asambleas más amplias.