2. Con el inmenso amor y estima que sentimos por la maravillosa familia del preescolar
Don Bosco y cada uno de los miembros que la han conformado en sus 30 años de
fundación brindando educación, a los niños y niñas que nos cautivan por ser, un
canto a la vida, un grito de esperanza y el jardín donde se cultivan las virtudes que
mañana sostendrán al mundo, cada niño, es sinónimo de futuro, expresión de
alegría, es el cofre de los regalos del espíritu, aun cuando se dice que a los niños de
hoy, les espera un mundo diferente porque a ellos la existencia les exigirá
heroísmo, se hace necesario que quienes tenemos la responsabilidad de educar y
sembrar en el corazón de nuestros niños, el mandato de amor entregado por Don
Bosco, enseñándoles que junto a las computadoras y edificios inmensos existen las
flores y las cascadas de agua , el sol, la fauna y los relámpagos del catatumbo , es
preciso que aprendan que tan valiosa como, la tabla numérica o las vocales, es una
poesía o una canción, el compromiso es inculcar a los niños de hoy, el respeto por
la vida y el amor a Dios sobre todas las cosas, principios aprendidos desde el hogar
y reforzados en nuestro preescolar, Institución dotada de todos los ambientes para
formarlos integralmente, solo nos resta apreciada familia decirles que estamos
agradecidos,
nuestro
compromiso
es
seguir
trabajando
en
equipo:
Gerencias, Directivos, Coordinadores, Comunidades Educativas, Padres y
Representantes, Docentes, Personal Administrativo y Mantenimiento. Siempre a
favor de los niños que llenos de inagotable alegría y deseos de aprender
diariamente, gracias por permitirnos compartir con ustedes el mundo de sus
niños, y seguir.
“DEJANDO HUELLAS”.
Licdas. Marvelia de Duque e Hilianna Ramírez