El RPC permite a un programa ejecutar código en una máquina remota sin preocuparse por las comunicaciones entre ellas. Las RPC encapsulan las comunicaciones dentro del protocolo, lo que significa que el programador no necesita estar pendiente de ellas. Las RPC se usan comúnmente en el paradigma cliente-servidor, donde el cliente solicita al servidor que ejecute un procedimiento y envíe el resultado de vuelta.