2. La escritura no ha sido sólo inventada para responder a las necesidades de representación visual y de memorización de pensamiento (experimentadas por cualquier individuo que viva en un grupo social avanzado), sino también, y principalmente. para anotar el lenguaje articulado.
3. Una vez más, los guijarros han desempeñado un papel importantísimo en esta historia. Cuando se adquirió el uso de la base diez, por ejemplo, se cogieron guijarros de dimensiones variadas y según su tamaño se les atribuyeron distintos órdenes de unidad: una piedrecilla para la unidad, un guijarro algo mayor para la decena, otro mucho mayor para la centena, y un guijarro aún mayor para el millar, y así sucesivamente.
4. Por tanto, el sistema se fue perfeccionando. En lugar de coger guijarros, algunos pueblos utilizaron tierra blanda. Para representar los distintos órdenes de unidades de sus sistemas de numeración, modelaron pequeños objetos de tamaños y formas geométricas variadas: pequeños conos o bastoncillos de arcilla, para las unidades del primer orden, bolas para las del segundo orden, discos o conos grandes para la del tercer orden, esferas para las del cuarto, etc.
5. Los Sumerios que contaban en base sexagesimal, con la decena como unidad auxiliar representaron:
6. Los elamitas, por su parte, contaban por decenas para los numeras usuales, y mediante un compromiso entre las bases diez y sesenta para las unidades de órdenes superiores.
7. Para representar el número 223, tienen que reproducir dos discos. dos bolas y tres palitos.