Este documento presenta un resumen de la catequesis para el primer domingo de Adviento de 2009. Explica que durante las cuatro semanas previas a Navidad, los cristianos se preparan espiritualmente para celebrar el nacimiento de Jesús a través de la renovación del amor, humildad y marginación de Dios. También habla de las diversas formas en que Jesús puede venir, incluyendo la Eucaristía, la oración, el trabajo servicial, y a través de los pobres y aquellos que se identifican con Cristo.
2. PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO“DIVERSAS VENIDAS DE JESUS” Cuando hablamos de la venida de Jesús, pensamos en Navidad. Durante cuatro semanas nos estaremos preparando para celebrar el Nacimiento de Jesús, la venida de Dios al mundo. Se trata de una venida litúrgica. Es algo más que un mero recuerdo agradecido. Se trata de una renovación de lo que pasó en Navidad: Es una renovación del AMOR DE DIOS, renovación de la HUMILDAD de Dios que se hace Niño y renovación de la MARGINACION DE DIOS, que no tiene dónde nacer. Es reconocer la unión de lo divino con lo humano, en María primero al recibir al Hijo de Dios en su vientre y en Cristo mismo al hacerse hombre. Cristo es la paz de Dios, la reconciliación entre Dios y el hombre, Cristo es el Emmanuel, el Dios con nosotros, para siempre.
3. Su venida no fue pasajera. Viene para quedarse y para unir su suerte con la nuestra. Dios se encarna y el hombre se asemeja más a Dios. Dios se empequeñece y el hombre se eleva. En estas cuatro semanas queremos recoger los grandes deseos y esperanzas del Pueblo de Dios y de todos los pueblos que esperan un salvador. Decir esperanza, es decir ansia y decir deseo, es decir confianza y decir paciencia, es decir humildad. Decir pobreza, es decir compromiso y decir esfuerzo, es decir paz. La espera del Señor no puede ser pasiva. Si queremos que venga el Señor a nosotros, además de desearlo mucho, tenemos que purificarnos mucho, vigilar mucho y estar dispuestos a abrirle cuando llame a nuestra puerta.
4. La celebración litúrgica del Adviento es muy hermosa. Nos alegra la espera de la Navidad y nos ilusiona empezar un año nuevo. Los signos y símbolos de Adviento son sugerentes y educativos. Todos estos días tienen un encanto especial. El Adviento no es cuestión de tiempo, sino de actitudes y más que algo cronológico, es un Kairos, un tiempo espiritual. 1.- LA EUCARISTIA. Cuando hablamos de la venida de Jesús, pensamos también en la Eucaristía. Cada Eucaristía es memorial de la muerte y resurrección del Señor. Cada Eucaristía es una Pascua. Pero también cada Eucaristía es una Navidad. Cuando comulgas a Cristo, es como si naciera en ti, le preparas la cuna de tu corazón. Pero, para que Cristo nazca en ti, debes empezar a morir a ti. En la medida que tú mueras a ti, Cristo nacerá y vivirá en ti.
5. 2.- OTRAS VENIDAS DEL SEÑOR. “A la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre”. Puede venir en cualquier día y en cualquier momento y entonces es Navidad. Puede venir en la ORACIÓN, cuando lo llamas y El se hace presente y pone su morada en ti con una luz nueva y una paz profunda. Puede venir en el ESTUDIO y en el TRABAJO, en el ESFUERZO servicial. Puede venir en el LLANTO y en el DOLOR, cuando quizá ni siquiera lo esperabas, pero El se hace presente y te conforta y enjuga tus abundantes lágrimas.
6. Puede venir también cuando se acerca a ti un POBRE. Quizá no se parezca en nada a Jesucristo. Necesitamos más fe, para descubrirlo en El, que en la Eucaristía. Pero tú sabes que lo que haces al pobre, se lo haces a Jesús. Hay otra presencia, la de aquellos que se HAN IDENTIFICADO CON CRISTO. ¡Son tantos! Tu mismo tienes que ser un pequeño Cristo. Tu eres una presencia de Jesús, humilde y débil, pero viva y entrañable. Por eso digamos con fuerza: VEN SEÑOR JESUS. Haz que te vea, Jesús. Que yo sepa descubrir tu presencia, por muy escondida que se encuentre…