Este documento sin palabras utiliza colores para representar diferentes aspectos de la fe cristiana. El amarillo representa a Dios y la luz del sol. El oro simboliza la nueva Jerusalén. El rojo representa la sangre de Cristo y el perdón de los pecados. El negro significa el pecado. El blanco significa tener un corazón limpio. El verde representa el crecimiento espiritual a través de la oración y la congregación.