El documento describe cómo Miller estudió la Biblia de forma metódica y sistemática para resolver aparentes contradicciones. Al comparar pasajes y orar para recibir iluminación divina, Miller encontró que la Biblia es coherente y que sus profecías se cumplen de forma literal. Concluyó que siguiendo el método bíblico, cualquiera puede entender las Escrituras sin extraviarse.