1. Oración
Semana de la familia
Reunidos en el nombre del Señor
Reunidos en el nombre del Señor,
Tu Señor das sentido a nuestra
que nos ha congregado ante su altar,
vida
*celebremos el misterio de la fe
tu presencia nos ayuda a caminar
bajo el signo del amor y la unidad.
tu palabra es fuente de agua viva
(Bis)
que nosotros sedientos a tu mesa
venimos a buscar.
Como el Padre me amó
Como el Padre me amó,
fruto daréis en abundancia,
Yo os he amado.
mi amor se manifestará.
Permaneced en mi Amor,
permaneced en mi Amor.
No veréis amor tan grande
como aquel que os mostré.
Si guardáis mis palabras
Yo doy la vida por vosotros,
y como hermanos os amáis
amaos como yo os amé.
compartiréis con alegría
Si hacéis lo que os mando
el don de la fraternidad.
y os queréis de corazón,
Si os ponéis en camino
compartiréis mi pleno gozo
sirviendo siempre a la verdad,
de amar como Él me amó.
2. Exposición del Santísimo
No adoréis a nadie
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más,
no adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No busquéis a nadie...
No pongáis los ojos en nadie...
Del libro del Géneseis (2, 20-24)
El hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo
y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se
durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó
la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al
hombre. El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi
carne.» Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso
abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los
dos una sola carne.
Sólo hay una cosa importante
Sólo hay una cosa importante,
conocer al que te conoció.
sólo hay una cosa mejor:
Sólo hay una cosa importante,
conocer el Amor y el Amante,
sólo hay una cosa mejor:
3. al final contemplar su semblante
y llevar esa cruz que Él llevó.
y escuchar al oído su voz.
Sólo hay una cosa importante
y es buscar siempre el Reino de Dios;
Sólo hay una cosa importante:
lo demás se nos da por sobrante;
escuchar la palabra de Dios;
todo es gracia de Él, todo es don;
caminar porque Él va delante
todo es gracia de Él, todo es don.
De la homilía de Benedicto XVI en el VII Encuentro
Mundial de las Familias en Milán, 2012
El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en
Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento. Queridos esposos, Cristo, con
un don especial del Espíritu Santo, os hace partícipes de su amor esponsal,
haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. Si, con la fuerza
que viene de la gracia del sacramento, sabéis acoger este don, renovando cada
día, con fe, vuestro «sí», también vuestra familia vivirá del amor de Dios, según
el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.
Queridas familias, pedid con frecuencia en la oración la ayuda de la Virgen
María y de san José, para que os enseñen a acoger el amor de Dios como ellos
lo acogieron. Vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el
amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede verdaderamente
transformar el cosmos, el mundo. Ante vosotros está el testimonio de tantas
familias, que señalan los caminos para crecer en el amor: mantener una relación
constante con Dios y participar en la vida eclesial, cultivar el diálogo, respetar el
punto de vista del otro, estar dispuestos a servir, tener paciencia con los defectos
de los demás, saber perdonar y pedir perdón, superar con inteligencia y
humildad los posibles conflictos, acordar las orientaciones educativas, estar
abiertos a las demás familias, atentos con los pobres, responsables en la
sociedad civil. Todos estos elementos construyen la familia. Vividlos con
valentía, con la seguridad de que en la medida en que viváis el amor recíproco y
4. hacia todos, con la ayuda de la gracia divina, os convertiréis en evangelio vivo,
una verdadera Iglesia doméstica (cf. Exh. ap. Familiaris consortio, 49).
Quisiera dirigir unas palabras también a los fieles que, aun compartiendo las
enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, están marcados por las experiencias
dolorosas del fracaso y la separación. Sabed que el Papa y la Iglesia os
sostienen en vuestra dificultad. Os animo a permanecer unidos a vuestras
comunidades, al mismo tiempo que espero que las diócesis pongan en marcha
adecuadas iniciativas de acogida y cercanía.
Hay un Corazón que mana
Hay un corazón que mana, que
palpita en el Sagrario,
Decid a todos que vengan a la
un Corazón solitario que se
fuente de la vida
alimenta de amor.
que hay una historia escondida
Es un Corazón paciente es un
dentro de ese Corazón.
Corazón amigo
Decidles que hay esperanza que
el que habita en el olvido el
todo tiene un sentido
Corazón de tu Dios.
que Jesucristo está vivo,
Es un Corazón que ama un
decidles que existe Dios.
Corazón que perdona
que te conoce y que toma de tu
Es el Corazón que llora
vida lo peor.
en la casa de Betania
Que comenzó esta tarea una
el Corazón que acompaña
tarde en el Calvario,
a los dos de Emaús.
y que ahora desde el Sagrario
Es el Corazón que al joven rico
tan sólo quiere tu amor.
amó con la mirada
5. el que a Pedro perdonaba
Es el Corazón que salva
después de su negación
por su fe a quien se le acerca
Es el Corazón en lucha
que mostró su herida abierta
del huerto de los olivos
al apóstol que dudó.
que amando a sus enemigos
hizo creer al ladrón.
6. Oración de BXVI por la familia
Oh, Dios, que en la Sagrada
Fortalece la fe de nuestros jóvenes,
Familia
para que crezcan
nos dejaste un modelo perfecto
en el conocimiento de Jesús.
de vida familiar vivida en la fe
y la obediencia a tu voluntad.
Aumenta el amor y la fidelidad
Ayúdanos a ser ejemplo de fe y
en todos los matrimonios,
mor a tus mandamientos.
especialmente aquellos que pasan
por momentos de sufrimiento o
Socórrenos en nuestra misión
dificultad.
de transmitir la fe a nuestros hijos.
Abre su corazón para que
Unidos a José y María,
crezca en ellos la semilla de la fe
te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo,
que recibieron en el bautismo.
nuestro Señor. Amén.
Majestad
Majestad, adora a su Majestad. A Jesús,
sea honra gloria y poder.
Majestad, reino y autoridad. Luz y esplendor,
manda a su pueblo. ¡A Él cantad!
Aclamad y proclamad el nombre de Cristo.
Magnificad, glorificad, a Cristo el Rey.
Majestad, adora a su Majestad.
Cristo murió, resucitó y de reyes es Rey.
Salve Regina
Salve, Regina, Mater misericordiæ, vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
7. ad te clamamus exsules filii Hevæ, ad te suspiramus, gementes et
flentes
in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte;
et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria