El documento resume información sobre saurios acuáticos como los cocodrilos, mosasaurios y plesiosaurios, así como sobre el tilosaurio y tortugas gigantes. Los mosasaurios eran lagartos marinos emparentados con las serpientes que habitaban los mares durante el Cretácico y podían medir más de 15 metros. El tilosaurio era un reptil acuático blindado con una cresta de espinas en el lomo que cazaba otras criaturas marinas. Los plesiosaurios, llamados "reptiles cis
Actualización de datos sobre saurios acuáticos, tilosaurios, plesiosaurios, tortugas gigantes, etc.
1. Misterios de nuestro mundo
Actualización de datos sobre saurios acuáticos, tilosaurios,
plesiosaurios, y tortugas gigantes
Saurios acuáticos
Los cocodrilos descienden directamente de los denominados Pseudosuquios, de las
primicias del Triásico. El Protosuquio, que llegaba a medir un metro de longitud, era un
reptil con patas bastante largas, y podría ser considerado ya como un verdadero
cocodrilo. Entre los restantes cocodrilos de las edades Secundaria y Terciaria, el
Geosaurio, que llegaba a medir más de dos metros de largo, habitaba en los mares
internos que cubrían buena parte de lo que ahora es Europa.
A pesar de su parecido con los cocodrilos, los Mosasaurios eran saurios marinos
relacionados con los Plesiosaurios, y que superaban los doce metros de longitud.
Nadaban sobre la superficie de las aguas, y con sus potentes mandíbulas, armadas de
muy fuertes dientes, capturaban variadas criaturas acuáticas. Su columna vertebral,
contaba con más de ciento treinta vértebras. Su larga cola, a la que imprimían
movimientos ondulantes, los propulsaba en el agua. Sus aletas, en forma de remos, les
ayudaban a conservar el equilibrio y a no rodar de costado.
Los Mosasaurios (reptil del río Mosa), término empleado en 1822 por William Daniel
Conybeare, habitaron los mares de África, Europa, y Norteamérica, durante el período
Cretácico. Fueron ciertamente un grupo muy exitoso de reptiles acuáticos, que se
alimentaban principalmente de peces.
Se diversificaron en los mares del Cretácico Tardío, época en que los Ictiosaurios ya se
habían extinguido, y los Plesiosauros estaban en decadencia. Tenían el cuerpo largo y
robusto, con una cola musculosa, ancha y plana, óptima para impulsar el nado.
Los miembros anteriores y posteriores, se modificaron como aletas, probablemente para
controlar la dirección mientras nadaban. Las largas y poderosas mandíbulas, tenían
hileras de dientes anchos y afilados, y con ellos trituraban a sus víctimas. Y todavía
podían utilizarlos para perforar la concha de las amonitas, medusas anilladas muy
comunes en ese tiempo; esto último se ha constatado, mediante el hallazgo de conchas
de amonitas con líneas de perforaciones que perfectamente coinciden con la distribución
de los dientes de los Mosasaurios.
Lo más curioso, es que estos Mosasaurios gigantes, eran lagartos, emparentados
cercanamente con las serpientes y con los varanos modernos. Su cuerpo, escamoso e
hidrodinámico, podía superar los quince metros de longitud.
1 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
2. Hasta fechas bien recientes, se pensaba que los Mosasaurios acechaban a sus víctimas,
como "cazadores de emboscada", pero los investigadores actuales, les atribuyen una
gran aleta caudal en el animal vivo, lo que seguramente les permitía moverse como los
tiburones, y a gran velocidad, y así seguir, atacar, y devorar a sus presas.
Un extrañísimo espécimen era el Trinacromerum. Este reptil marino presentaba un
aspecto similar a un gran pez, llegando a medir unos 15 metros de largo. Vivía
constantemente en el agua.
El Tilosaurio
Un extraordinario reptil acuático era el Tilosaurio, animal dentado y con el cuerpo
blindado, constituía el azote de los reptiles voladores, a los que atrapaba en pleno vuelo.
Todos los mares del planeta, estaban infectados por un grupo de reptiles terriblemente
voraces. Y uno de los más peligrosos sin duda era el Tilosaurio, con fauces enormes y
dientes aguzados.
Su cuerpo estaba blindado por placas óseas, y a lo largo de su lomo, corría una larga
hilera de puntiagudas espinas, formando una vistosa cresta.
Su musculosa cola, muy desarrollada, le daba una gran movilidad y le permitía giros
imprevistos. Las presas difícilmente lograban huir de ellos, y por cierto eran temibles
depredadores, aunque en los mares también vivían animales todavía más grandes que el
Tilosaurio.
En los períodos de reproducción, el Tilosaurio remontaba los ríos, para dar a luz a sus
pequeños. La mayor parte de los ejemplares adultos medían una decena de metros, pero
algunos fósiles encontrados demuestran que algunos ejemplares superaban los quince
metros de longitud.
Hasta hace poco, los científicos pensaban que estos seres fenomenales, se desplazaban
con movimientos ondulantes, similares a los de las anguilas. Pero nuevos estudios, han
verificado que se desplazaban velozmente, al modo de los tiburones, con capacidad para
perseguir a sus presas por períodos prolongados, hasta darles alcance y devorarlas
ávidamente.
Combatían sin tregua a sus oponentes, los grandes tiburones, peces feroces, e incluso,
otros reptiles acuáticos. En el interior de un Tilosaurio, los expertos encontraron, en
estado fósil, a una presa, un tiburón de unos seis metros, que posiblemente fue la última
comida del voraz reptil.
Se han encontrado dientes de tiburones en el esqueleto de algún Tilosaurio, lo cual
constituye un indicador de que los escualos también sabían defenderse, entablándose tal
vez feroces luchas.
2 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
3. Practicaban incluso la autodepredación, para eliminar todo posible competidor en su
ambiente. El peor rival de un Tilosaurio, probablemente era otro ejemplar de su propia
especie.
El Plesiosaurio
El Plesiosario fue también llamado "reptil cisne", a causa de su largo cuello, y porque
vivía siempre en el agua.
Largo y ágil, se deslizaba con sus patas, que eran verdaderas aletas.
La longitud de su cuello estaba en función de su particular técnica de pesca. En efecto,
el reptil vagaba por los mares, con el cuerpo prácticamente inmóvil, moviendo
imperceptiblemente las aletas. Su cabeza giraba, de un lado para otro, tratando de
divisar alguna presa. Sólo iba a tierra firme para desovar en la orilla (por cierto un
comportamiento similar al de las actuales tortugas).
Al eclosionar los huevos, las crías hacían una peligrosa carrera hacia el mar. En el
trayecto, muchas eran presa de oportunos depredadores.
Recientemente, se ha descubierto un increíble e interesante fósil, en excelente estado de
conservación, con una cría dentro, lo que demuestra que, al menos algunas especies de
Plesiosaurio, no eran ovíparas como antes se aceptaba, sino vivíparas, al dar a luz crías
vivas.
Una variedad muy interesante es el llamado Macroplata, un Plesiosaurio marino, de
nueve metros de longitud.
Gigantescas y extrañas tortugas
Nadie conoce con exactitud el origen de las tortugas. Se acepta que proceden de reptiles
muy antiguos de los tiempos triásicos. Sus caparazones, como conchas protectoras, las
hacen ver muy diferentes a sus supuestos antepasados, los Cotilosaurios.
Las tortugas más antiguas datan del Triásico y tuvieron costumbres terrícolas. Medían
unos veinte centímetros. Posteriormente, adoptaron el modo de vida predominantemente
acuático; primeramente en aguas dulces; más tarde en el mar.
En la Era Mesozoica vivió la mayor tortuga de todos los tiempos: fue el Archelón del
período Cretáceo, que medía más de cuatro metros. Su caparazón se reducía solamente a
unas cuantas placas córneas.
Esta tortuga gigante, debió pesar en vida entre dos y tres toneladas. Vivía junto con
otros reptiles acuáticos, en los mares que cubrían gran parte de Norteamérica.
3 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
4. Sus poderosas aletas, terminaban en "dedos" extremadamente largos, unidos por una
membrana fuerte.
Contaba con un caparazón ligero, que le permitía desenvolverse con facilidad en el
agua. Le aseguraba también una eficaz defensa contra los ataques de sus formidables
enemigos: los grandes Mosasaurios y los feroces Tilosaurios.
La evolución que concluyó en estas magníficas criaturas, sin duda se llevó a cabo,
progresivamente.
Las tortugas terrestres, por su parte, tuvieron ejemplares con formas muy extrañas en el
Cenozoico, durante la Era Terciaria.
Proximamente…
Continuaremos con el abordaje de otros interesantes temas, enfocándolos desde muy
variados ángulos, y particularmente incluyendo informaciones sobre: Astronomía,
Historia del Arte, Descubrimientos Paleontológicos, Antiguas Civilizaciones, y otras
disciplinas, pretendiendo el enriquecimiento del acervo cultural. Y como siempre, desde
Montevideo, de parte de Carlos Brunetto, un cálido abrazo para todos.
Gracias por visitar el presente documento digital…
Para ampliar las temáticas aquí tratadas y complementar conocimientos, se sugiere acceder al espacio web cuya dirección
electrónica se indica a continuación: http://misteriosdenuestromundo.blogspot.com/
Pseudosuquio.
Esqueleto de Saurosucho.
Protosuchus.
4 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
5. Comparación entre Geosaurinos, incluyendo al Geosaurus (arriba) de unos 3 metros
de longitud.
Fósil de Geosaurus.
Esqueleto de Mosasaurus hallado en Holanda.
5 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
6. Recreación artística de Mosasaurus, uno de ellos comiendo una tortuga.
6 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García
7. Romántica pero inexacta representación del descubrimiento del primer Mosasaurus, en una
cantera cercana al río Mosa.
7 / 7 - Autor: Carlos Alberto Brunetto García