Consejos para mejorar en la materia de civismo.

1. 8 Consejos para mejorar en la materia de civismo o cívica
1. Establezcan un compromiso para
que el personal de la escuela en su
conjunto se involucre y genere un
ambiente democrático de respeto que
favorezca la formación cívica y ética
mediante la participación, la libre
expresión de ideas y la toma de
decisiones colectivas.
2. Consideren como valores
prioritarios para ser trabajados (en la
escuela y el aula) en estas propuestas,
aquellos que se deriven del artículo
tercero constitucional, como
solidaridad, respeto, tolerancia,
igualdad de derechos, participación,
justicia y aprecio a la dignidad.
3. Respalden su trabajo mediante la correspondencia entre las actitudes cotidianas
practicadas en la escuela y el aula, con la formación cívica que se promueve.
4. Intercambien experiencias, opiniones y puntos de vista de manera oral y documentada
para que lleven a cabo un seguimiento sobre las dificultades y avances que por grado
presentan los niños y niñas en cada escuela (manejo de argumentos, conceptos, actitudes,
por ejemplo), lo cual favorecerá que inicien la ubicación del desarrollo moral de los
alumnos(as).
5. Planteen posibles adecuaciones a estas estrategias, así como el diseño de nuevas
propuestas, a partir de las características y el nivel de desarrollo de sus alumnos. Vinculen
las propuestas didácticas con las experiencias y problemas cercanos a los contextos que
viven los alumnos y alumnas.
6. Recuperen y motiven el trabajo de los alumnos por medio de publicaciones internas,
ceremonias cívicas o eventos que permitan promover, de manera efectiva, prácticas en
formación cívica y ética en las escuelas.

2. 7. Articulen las diferentes asignaturas mediante el trabajo con temas que incluyan distintas
disciplinas (el cuidado del medio ambiente o el aprecio a la diversidad, por ejemplo).
8. Mantengan comunicación organizada y constante con los padres de familia acerca del
trabajo que se realiza en la escuela y las aulas, de modo que constituyan un apoyo en la
formación cívica y ética de los niños y niñas.
Finalmente, recuerden que la formación cívica y ética requiere un aprendizaje que comprende no
sólo conceptos o procedimientos, sino también actitudes de los involucrados en el proceso; por
ello, se hace necesario un trabajo colectivo que refuerce al realizado desde la asignatura y se
enfoque a lograr correspondencia entre los contenidos curriculares y el conjunto de las prácticas
cotidianas escolares.