Este documento enfatiza el importante papel de las madres cristianas en la educación de sus hijos. Sugiere que las madres tienen la mayor influencia y oportunidad para enseñar los principios y verdades de la Biblia a sus hijos pequeños. Recomienda que las madres guíen a sus hijos a ser verdaderos cristianos a través de su ejemplo y enseñanzas, y que la Biblia debe estar presente y ser leída en el hogar.