Abraham nació en Ur de Caldea y vivía como pastor nómada con su esposa Sara. Dios le dijo a Abraham que saliera de su tierra y le daría una nueva tierra y lo bendeciría. A pesar de no tener hijos, Abraham confió en la promesa de Dios. Más tarde, cuando Abraham tenía 100 años, nació su hijo Isaac, cumpliendo la promesa de Dios de que tendría muchos descendientes.