El autor pide a la gente que deje de usar sus teléfonos por un momento y observe el mundo que los rodea. Señala que las ciudades y edificios ahora ocupan valles y bosques, y aunque el progreso científico y tecnológico es impresionante, estamos destruyendo la naturaleza. Argumenta que a pesar de ser las criaturas más inteligentes, no estamos actuando de manera inteligente al no respetar los límites del planeta. Sin embargo, dice que si todos nos unimos para prestar atención a n