En 2008 hubo 30 muertes por accidentes laborales en Bolivia, principalmente en las industrias de construcción, transporte y minería. El Instituto Nacional de Salud Ocupacional recibió 1,700 denuncias de accidentes laborales, aunque se cree que hubo muchos más casos no reportados. La tasa de muertes por accidentes laborales en Bolivia es mucho más alta que en otros países de la región como Brasil.

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En 2008 hubo 30 muertes por accidentes
laborales en Bolivia
En 2008, el INSO recibió 1.700 denuncias de accidentes laborales, pero hay casos no
informados.
Riesgo: un obrero trabaja en los Puentes Trillizos, en La Paz
Bolivia tiene uno de los índices más altos de riesgo laboral de América Latina. Sólo en
2008 en el país se registraron 30 muertes por accidentes ocurridos en los sectores de
construcción, vialidad y minería.
Absalón Pacheco, director del Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO),
dependiente del Ministerio de Salud, informó que el año pasado se recibieron 1.700
denuncias, de las que el 80 por ciento sucedió en el departamento de La Paz, que registró
991 casos.
En orden decreciente, la lista continúa con Potosí, con 122 casos, que hacen a un 10 por
ciento; y Oruro con 71 denuncias. En el lado opuesto se ubican Tarija, donde hubo sólo
dos casos; Chuquisaca con tres, y Cochabamba con siete. En 2007 los fallecimientos
ocurridos por esta causa llegaron sólo a dos, y las denuncias a 1.309.
María Urzagaste, médica de planta del INSO, comentó que la tasa de muertes es “muy
alta” comparada con otros países. Aunque no pudo ofrecer estadísticas internacionales,
puso un ejemplo: “Hemos estado revisando los accidentes laborales con muerte ocurridos
en Brasil y éstos llegan sólo a 0,1 por ciento, mientras que en Bolivia esta cifra es de 2,5
por ciento, lo que representa que por cada mil accidentados fallecen 25,
aproximadamente”.

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La funcionaria añadió que “el número de casos de accidentes laborales denunciados es
bajo, pero se sabe que hay bastantes más hechos no informados”. INSO sólo pudo
analizar 1.197 de las 1.700 denuncias debido a que los 503 formularios restantes tenían
fallas o estaban incompletos.
Pacheco agregó que no existen datos de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando,
lo que hace suponer que estas quejas están siendo manejadas exclusivamente por las
AFP.
“El gran problema del subregistro —explicó— es que los trabajadores desconocen las
normas que los protegen y en caso de sufrir accidentes no recurren a las instancias
pertinentes”.
El Director del INSO dijo, además, que muchos de los empleados accidentados que son
atendidos por sus seguros son registrados como pacientes de enfermedades y no de
accidentes.
A esto se suma el hecho de que existen discrepancias en cuanto a la información
cuantitativa y cualitativa (escalas de afecciones y de pago por perjuicios) que manejan el
Ministerio de Trabajo, el INSO y las AFP, que aseguran a los trabajadores.
Según la norma laboral vigente, las denuncias sobre accidentes ocupacionales deben
hacerse conocer 48 horas después del incidente si sucediera en el área urbana y cinco
días hábiles en el sector rural.
Pacheco afirmó que los accidentes de trabajo y las enfermedades ocupacionales tienen
consecuencias económicas y sociales para el trabajador, su familia, la empresa y el
Estado.
Los principales riesgos
El jefe de laboratorio y toxicología del INSO, Max Muñoz, comentó que existen situaciones
de especial peligro como la altura en las construcciones, los componentes tóxicos y el
manejo de explosivos en fundiciones y empresas mineras.
“Además —dijo— trabajan en situación de alto riesgo quienes deben ingresar en espacios
confinados o de acceso dificultoso, como bóvedas de río, instalación de cables
subterráneos y otras”.
Muñoz recordó que el INSO orienta y capacita sobre los derechos y beneficios laborales
de los trabajadores a simple solicitud de las empresas.
2009 - LA PRENSA - EDITORES ASOCIADOS S.A 19/10/2009