Accidentes del Trabajo: ¿Por qué hay que prevenirlos?
1. ACCIDENTES DEL TRABAJO:
¿POR QUÉ HAY QUE PREVENIRLOS?
Autor:
Nelson Berríos Villagra
Constructor Civil
Experto en Prevención de Riesgos
Máster en Administración de Empresas
Gerente de Prevención de Riesgos
HH Ingeniería
Auditor Normas ISO-9001 y OHSAS 18001
Mail: nberriosv@gmail.com
En el vertiginoso, irrespetuoso y vulnerable mundo del trabajo en que vivimos, es
habitual su ocurrencia y las estadísticas de siniestralidad de las empresas por
rubro en Chile, nos muestran que no sólo su frecuencia es alta, comparada con los
grupos de países asociados a la OCDE, sino que su gravedad es aún más
preocupante, pese a que debemos reconocer que estos índices, en la última
década, vienen en claro descenso. Para aterrizar en nuestra realidad y ponderar
las estadísticas en su justa medida, debemos aclarar que en nuestro país todavía
existen algunas prácticas indeseables utilizadas para no denunciar los
Accidentes del Trabajo (principalmente los Accidentes menores), de manera de
“no exponerse a una alza de cotización” por el Organismo Administrador de la Ley
16744 respectivo (Mutuales), por lo tanto, es de suponer que estos índices en
realidad son más altos que los registrados formalmente y la situación es aún más
grave de la que se presenta.
El Accidente del Trabajo se podría analogar al impacto producido por un objeto
que cae en aguas tranquilas, que genera círculos excéntricos de energía que van
desde el epicentro hacia el exterior, generando pérdidas a medida que se proyecta
la energía del impacto. Básicamente, un Accidente del Trabajo, es un hecho
abrupto, indeseado, un encuentro repentino y violento entre dos o más energías,
que produce pérdidas en cuatro dimensiones esenciales: en la o las víctimas, en
su entorno familiar, en la empresa en la cual labora y, finalmente, en la sociedad
toda.
Justamente porque impactan en la salud o vida del trabajador accidentado y por el
alcance de sus consecuencias, es que los Accidentes del Trabajo están regulados
legalmente en nuestro ordenamiento jurídico.
En el Congreso Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo de la OIT, en
septiembre de 2017, celebrado en Singapur, se entregaron nuevas apreciaciones
referentes al tema.
Se estima que cada año, 2,78 millones de trabajadores mueren a causa de
enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo. Esto representa un costos
de 3,94% del PIB mundial anual.
Por ejemplo en Chile, de acuerdo al último Informe de la SUCESO de abril de
2017, en el año 2016, se produjeron 412 accidentes fatales por accidentes del
trabajo y trayecto (ha variado muy levemente a la baja respecto a los años
anteriores) y la gravedad de los accidentes ha aumentado considerablemente con
tendencia al alza, desde 2007 en adelante (19,6 días perdidos por Accidente para
2. el año 2016). Mientras que el número de Accidente ha bajado a 3,6 por cada 100
trabajadores, con tendencia a la baja (3,6% promedio, de todas las actividades
económicas).
En síntesis: Tasa de Accidentabilidad a la baja, Índice de Gravedad de los
Accidentes en aumento y se sigue manteniendo una alta Tasa de Fatalidad (más
de 400 muertes por año).
Como sucede con muchos temas en Chile: se debe estudiar seria y
numéricamente este fenómeno, cruzando datos y recolectando información, de
manera de llegar a conclusiones certeras y profesionales. Mientras no se haga,
seguiremos todos los años sumando datos a los gráficos, sin abordar las
verdaderas causas de los Accidentes.
Sin duda, una gran cantidad de estos siniestros podrían haberse prevenido
cumpliendo con lo dispuesto por la legislación respectiva. La implementación de la
Prevención de Riesgos en Chile depende básicamente de que cuatro instancias
cumplan correctamente lo estipulado: El Estado, los Organismos Administradores
de la Ley 16744 (Mutuales), Empleadores y los Trabajadores.
Desafortunadamente en Chile, tenemos una débil cultura preventiva, por falta de
educación de la población sobre Prevención de Riesgos, incumplimientos legales
en la materia, escasa fiscalización, gestión superficial y sólo formal de muchas
instituciones, etc., etc.
No hay estudios formales, completos y actualizados en Chile del impacto humano
y económico de los Accidentes del Trabajo, sólo se manejan algunos aspectos de
éste y estadísticas de los siniestros ocurridos; pese a eso, se reconoce como una
gran fuente de pérdidas para la empresa y el país.
Habitualmente se dice que el costo económico de los accidentes podría asimilarse
al de un gran iceberg, en el cual la proporción de la masa de hielo sumergida
(costos indirectos) es muchas veces más que el volumen de hielo visible en la
superficie (costos directos). El costo económico directo versus el indirecto, puede
estar aproximadamente en una relación promedio de 1:8 (no existen estudios en
Chile a nivel nacional sobre este tema).
En simples palabras, por cada 1 UF gastada en costo directo por el Accidente, se
gastan 8 UF en abordar los costos indirectos de éste.
Dentro de los costos indirectos encontramos: la desmotivación de los trabajadores,
la pérdida de confianza en los sistemas de control, la pérdida de imagen de la
empresa, los costos adicionales a los seguros, el enrarecimiento del clima laboral,
las demandas laborales, etc. Factores que terminan finalmente dañando la tan
esperada calidad y productividad de las empresas.
Es decir: los Accidentes del Trabajo generan, fuera del dolor y menoscabo para el
afectado por el siniestro y su familia, millonarias pérdidas monetarias y no
monetarias para las empresas y para toda la sociedad.
Pregunta final: Si el problema es tan grave: ¿Qué estamos haciendo para controlar
o eliminar sus causas?