Este documento describe dos riesgos laborales comunes en las líneas de ensamblaje de automóviles: la caída de piezas del vehículo que se está ensamblando y la posibilidad de que un robot se descontrole. Propone medidas como revisar las poleas cada dos meses y generar zonas seguras, así como revisar los circuitos eléctricos cada cinco meses para mitigar estos riesgos y prevenir lesiones a los trabajadores.