Ada Lovelace fue la primera programadora. En 1833 conoció a Charles Babbage, inventor de la máquina analítica, un precursor de la computadora moderna. Lovelace quedó fascinada por la máquina y publicó notas detalladas sobre su potencial que la convirtieron en la primera persona en reconocer el poder de la computación para más allá del cálculo numérico.