Este poema expresa la profunda tristeza y soledad que siente el autor tras la separación de su amada. Ofrece prestarle todos sus sentimientos, desde la alegría y el amor que sentía por ella hasta la desolación actual. Reconoce que nada volverá a ser igual sin su presencia y que siempre la recordará con cariño.

1. Mi deambular más atípico... Fotografía, música y textos realizados y encadenados por : Sir Bran ........................................

2. Quiero prestarte mi voz secreta, y mi pensar más afín con la soledad... quiero prestarte mi forma de amar y una cuanta luz de ojos sin amor,

3. la soledad que abunda desde ti, y ya no sé que hacer, porque trato de tener siempre acompañantes pero nunca consigo dejar de sentirme solo,

4. quiero prestártelo todo... incluso mis palabras muertas y mi sentir vacío, que asiste estupefacto a como se desmorona un mundo,

5. quiero prestarte mi brillo apagado, mis pestañas dulces, y mi frío amargo...

6. te lo presto todo aderezado con amor roto y esperanzas truncadas,

7. y sé que me vuelvo inoportuno cuando aún te llamo y cuando te digo que te quedes sin que hayas vuelto a mí,

9. Quizá mi sonrisa se haya quedado invertida para siempre, porque me eras sumamente necesaria para tener alegría,

10. Deseo prestarte mis desvaríos... porque son los más parecido a un estado febril pero no responde a los antitérmicos conocidos,

11. Y el desencaje de mis sueños incendiarios, de los que tú siempre fuiste la joya indiscutible,

12. No me constan sensaciones que no quiera prestarte, porque cuando a todas las desconocía... llegaste tú, y me enseñaste a generarlas.

13. no puedo rastrear la vida de mis sentimientos porque tras de ti se quedaron sin su aroma...

14. aprendí que la paz también se aleja, unas veces caminando hacia otras sendas, y otras volando sobre soles increíbles,

15. y aquí solo se quedan las hiedras aferradas, poco dispuestas a desprenderse de sus costumbres...

16. pero sí... así funcionan los descalabros del amor, que caminan siempre recto... y llegan a acantilados,

17. al menos tengo mis huellas, hermosas en el alma, y firmes en el recuerdo,

18. y aunque percibo el desamparo en noches que se acercan, estoy dispuesto a combatir dignamente el frío de tu ausencia,

20. las cosas incomprensibles son muy crueles, pero no porque el hecho de que sucedan, sino porque escapan al entendimiento,

21. pronto necesitaremos situarnos, mirar hacia algún punto, y crear nuevas referencias para seguir navegando,

22. aunque se nos haga tremendamente difícil volver a nadar, con ese miedo oscilante, a hundirnos en oscuras profundidades,

23. me ofrece su terror una afirmación incandescente... porque sé demasiado bien que nadie será como tú,

24. a la hora de mirarme, nadie más me visualizará como tú, ni siquiera volveré a tropezarme con unos ojos igual de calmos,

25. me quedaré pensando durante el resto de mis atardeceres, e iré en pos de la belleza de todas las puestas de sol que me queden, y te celebraré aquí muy a dentro, donde el sentir aún es dueño y señor,

26. jamás discutiré con los arraigos a la vida, que tanto me han sujetado, y nunca les diré que ellos han sido los culpables de tanta belleza muerta...

27. no tengo ese derecho, como no he tenido otros tantos, me lo ha dicho un pajarillo pícaro, que lo sabe absolutamente todo,

28. por eso insisto en prestártelo todo, la mochila de los sueños, la carretilla de las necesidades, los ojos insatisfechos, y estos mis labios, que tanto han querido a los tuyos,

29. siento pesos imposibles de elevar, no sé si están situados en mi cuerpo o acaso en mi centro de gravedad que sabes que está en el alma... de verdad que lo ignoro,

30. y si encuentro alguna playa que me ofrezca refugio, volveré siempre a ella, esperando que nunca me lo niegue, y sabes?... la llamaré como tú,

31. porque me gusta llamar por tu nombre a las cosas que me auxilian, a las que me ceden una porción desinteresada de caricias especiales, y sé que siempre me recordarán a ti,

32. todos mis peones quedarán a merced de lo desconocido, porque saben a ciencia cierta que sus motivos son débiles ahora que ya no pueden defender a su verdadera reina,

33. Se quedará tirado el tiempo de nuestras glorias... ya nadie sabrá ni podrá usarlas... porque eran demasiado nuestras,