Agnodice fue la primera mujer médica y ginecóloga de la antigüedad. También fue una de las primeras astrónomas, estudiando los conocimientos astronómicos de los caldeos de Mesopotamia y explicando que los eclipses solares y lunares ocurrían en un orden determinado. Pasaron varios siglos antes de que otras mujeres como Rebeca, Constanza, Tomaza, Estefanía y Trótula se graduaran de la Universidad de Salermo y continuaran el trabajo pionero de Agnodice.