Alcalá la Real fue probablemente habitada por neandertales y luego por iberos. Tras la conquista musulmana se llamó Qai'at Beni Zayd. En 1124, el rey Alfonso I de Aragón conquistó la ciudad para los cristianos debido a la insatisfacción de la población mozárabe con los almorávides. La ciudad ha sido importante culturalmente, siendo el hogar de varios artistas y albergando un prestigioso premio de poesía.