Durante la Alta Edad Media en Europa predominó el feudalismo, con una sociedad estratificada donde los campesinos servían a los caballeros y nobles a cambio de protección. Los caballeros medievales y la nobleza vivían en castillos, mientras que los campesinos lo hacían en pequeñas viviendas rurales. Las cruzadas y peregrinaciones religiosas como las de Santiago de Compostela también fueron características importantes de esta época.