El documento describe los cambios en la educación y el pensamiento durante la Baja Edad Media en Europa. Se establecieron las primeras universidades, como las de Bolonia, Oxford y Cambridge, para promover el conocimiento más allá de la iglesia. También surgieron nuevas órdenes religiosas, como los franciscanos y dominicos, para ayudar a los pobres en las ciudades. La Inquisición persiguió herejías a través de tribunales y el uso de tortura.