El documento describe varios ejemplos de animales salvajes que fueron cuidados y criados por humanos. Estos incluyen tigres huérfanos cuidados por monjes budistas en Tailandia, un bebé hipopótamo que se aferró a una tortuga después de un tsunami, y un joven que crió un oso grizzli en Canadá. La moraleja es que todos los seres vivos necesitan amor para existir.