1. ANIMATE A SEMBRAR Señor, quiero pedirte por todos los docentes, maestros y profesores, para que los acompañes en la difícil tarea de educar. Quiero que les digas, bien fuerte al oído: ¡Anímate a sembrar! Porque la labor de educar es muy parecida a la del sembrador. Entre la siembra y la cosecha hay un tiempo de espera, hasta ver los frutos maduros. una y otra vez, a seguir sembrando.
2. Señor, alienta a los que enseñan para que no desesperen, para que al igual que Jesús, siembren abundantemente, sin esperar de todos sus alumnos los mismos resultados, sino cada cual fructifique según sus cualidades. Que siempre trabajen para fertilizar la tierra en la que caerá, año tras año, la nueva semilla que se llama “alumno” Para que a pesar de las dificultades, la esperanza de la cosecha los anime, una y otra vez, a seguir sembrando.