1. AÑO DE LA VALLA
La casa de La Valla será el icono que orientará el tercer año, desde agosto de 2016 hasta agosto de 2017.
La celebración central será en torno al 2 de enero, cuando se cumplirá los 200 años de la fundación
Marista. Esta casa, recién renovada, consta de 3 pisos. Cada uno de ellos tiene un simbolismo, que
podemos asociar con los tres años de preparación al bicentenario.
El piso superior representa la comunidad apostólica, el segundo piso es la planta baja en donde se
encuentra la mesa que representa el símbolo de la fraternidad. En torno a esta mesa se sentaron el Padre
Champagnat y los primeros hermanos. Hoy esta mesa se ve enriquecida con la presencia no sólo de
hermanos, sino también de laicos y laicas maristas, llamados a construir una Iglesia de rostro mariano.
El tercer piso es el pequeño espacio en el subsuelo, al cual hay que descender, este tercer piso simboliza
ese espacio interior en que cada uno de nosotros es habitado por el Misterio. Es el espacio de la
interioridad, de la dimensión mística de nuestras vidas.
2. La Valla se encuentra al sureste de Francia
San Marcelino Champagnat tenía un objetivo muy claro: formar Hermanos que se dedicaran a la formación
integral de los alumnos para que el día de mañana fueran buenos cristianos y virtuosos ciudadanos
"Para educar, hay que amar”. Nuestro modelo educativo, se fundamenta en una visión integral de la
educación, que busca conscientemente comunicar valores. Utilizamos una metodología pedagógica
peculiar, que Marcelino y los primeros maristas iniciaron y hoy en día, sigue siendo innovadora en muchos
aspectos. Hacemos nuestra la idea de que para educar bien a los niños y jóvenes, hay que “Amarlos y
amarlos por igual”. Según este principio, las características de nuestro estilo educativo son: Presencia,
Sencillez, Espíritu de Familia, Amor al Trabajo y seguir el Modelo de María.
3. FUNDACIÓN MARISTA
Marcelino Champagnat fundó, el 2 de enero de 1817, en la Valla (Francia), un Instituto religioso laical, o
Instituto religioso de hermanos, con el nombre de Hermanitos de María. Él lo concebía como una rama de
la Sociedad de María.
La Santa Sede lo aprobó en 1863 como Instituto autónomo y de derecho pontificio. Respetando nuestro
nombre de origen, nos dio el de Hermanos Maristas de la Enseñanza (F.M.S.: Fratres Maristae a Scholis).
Los hermanos maristas somos hermanos consagrados a Dios, que seguimos a Jesús al estilo de María, que
vivimos en comunidad y que nos dedicamos especialmente a la educación de los niños y de los jóvenes, con
más cariño por aquellos que más lo necesitan.
Somos más de 3.500 hermanos, diseminados en 81 países de los cinco continentes. Compartimos nuestra
tarea de manera directa con más de 72.000 laicos maristas atendiendo a 654.000 niños y jóvenes.