El corazón bombea sangre incesantemente a través de una extensa red de vasos sanguíneos para suministrar oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo y eliminar desechos, manteniendo así la vida. Latido tras latido, el corazón trabaja sin descanso bombeando sangre a través de 97.000 kilómetros de vasos y registrando más de 3.000 millones de latidos en el curso de una vida promedio.