El documento describe la importancia de depender totalmente de Dios, aprendiendo de Jesús, quien siempre consultaba al Padre y hacía su voluntad. Dependiendo de Dios mediante la oración, la lectura bíblica y obediencia, se pueden superar situaciones imposibles y recibir una vida abundante, como Jesús prometió. Sin embargo, muchos cristianos no aprenden a depender de Dios cuando enfrentan dificultades, prefiriendo solucionarlos por sus propios medios.
La Universidad Popular Carmen de Michelena de Tres Cantos y el Espacio de Psicología de Tres Cantos colaboran en este proyecto para familias resilientes, aquellas que están abiertas a aprender y a mejorar. Este curso vamos a trabajar sobre las interacciones humanas. Porque comunicarnos bien nos ayuda a comprendernos, a querernos y a relacionarnos mejor, pero la comunicación no es siempre una tarea fácil.
La naturaleza nos ha dotado del más complejo sistema de comunicación, es verbal y no verbal, implícita y explícita, analógica y digital, escrita y oral... Nos podemos comunicar a través de diferentes canales, en diferentes idiomas, incluso nos comunicamos con otras especies, pero paradójicamente, en múltiples ocasiones tenemos verdaderas dificultades para comunicarnos con quienes tenemos más cerca, con nuestros hijos, con nuestra pareja, en definitiva, con nuestra familia.
Durante este curso, Sara Mallo, de Espacio Psicología Tres Cantos, en el seminario de familia profundizará en la familia reconstituida y también dedicará una sesión a los abuelos.
Gestion por competencias - Un desafio y una necesidad
APRENDIENDO A DEPENDER DE DIOS.docx
1. APRENDIENDO A DEPENDER DE DIOS
Para comprender el significado de depender de
Dios es necesario muchas veces, llegar al punto
de perderlo todo y contar sólo con ÉL.
Depender de Dios no es fácil puesto que vivimos
en una sociedad que no solamente nos enseña a
ser independientes desde muy jóvenes sino a
desechar a Dios por completo en nuestras vidas
por medio de la diversidad en la religión, la
política como en lo social.
En la actualidad y de manera lamentable, en lo
que menos pensamos es en Dios y mucho menos
para siquiera creer que podemos depender de Él.
Para muchos ésto suele sonar hasta ridículo y
absurdo en un mundo tan materialista como el
nuestro.
Aún en medio de muchos que se catalogan
cristianos no existe una notaría dependencia de
Dios como debería de ser, puesto que en eso
precisamente es que se basa el verdadero
cristianismo. Generalmente la diversidad
cristiana se desarrolla por medio de las religiones
que claman ser las verdaderas manipulando la
poca o mucha fe que puedan tener sus
seguidores con mandamientos inventados por
hombres y muy pocos solo se basan en las
Palabras que Dios ha hecho llegar hasta estos
tiempos.
Sin embargo, muchos no la tienen porque no
conocen el verdadero significado de depender de
Dios y por ende, sus invaluables beneficios.
Depender de Dios significa en pocas palabras,
entregarle el destino de nuestra vida a Dios de
manera completa, sometiéndonos a Su Santa
Voluntad.
Depender de Dios significa que como nuestro
padre siempre acudiremos a Él para tomar
cualquier decisión pidiendo Su guía y dirección.
Esto con el fin de no equivocarnos, pidiéndole a
Él como Rey del universo y buen conocedor del
destino que tiene para nosotros, que nos muestre
la mejor opción.
Es mejor para nosotros tomarnos un tiempo en
oración pidiendo la dirección al Dios de la
Sabiduría Eterna, que tener que pedirle
amargamente después que nos saque del
atolladero en el que nos encontremos por no
haberlo consultado antes. En sentido general
hacemos las cosas por nuestra cuenta o si
consultamos se lo hacemos a otros dioses (como
las supuestas vírgenes, santos, brujos, magia y
hasta la muerte). Y cabe decir que a veces se nos
concede, pero no por Dios puesto que por ignorar
lo que dice Su Palabra (la Biblia), es satanás que
nos concede nuestros caprichos, para después
pagar un precio muy alto. Entiende lo que está
escrito:
Y engaña a los moradores de la tierra por las señales
que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia,
mandando a los moradores de la tierra que hagan la
imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y
vivió.
Libro de Apocalipsis capítulo13:versículo 14.
Y eso es lo que suele suceder que actuamos sin
pensar y luego queremos acudir a Él cuando ya
estamos en problemas, después de pasar quizás
por desagradables circunstancias que nos hacen
sufrir malos ratos, ratos que a veces pueden
prolongarse demasiado antes de que se tome la
decisión más sabía, ponernos en las manos de
Dios.
Para depender de Dios también significa
establecer una estrecha relación con Él en la que
exista una constante conversación, no solamente
para pedirle dirección sino para agradecerle por
todas las bendiciones diarias, para alabarlo y
honrarlo, para expresarle nuestras más íntimas
inquietudes, miedos y deseos o para pedir por
aquellos que tanto lo necesitan.
Depender de Dios significa hacer de Él parte
activa de nuestra vida cotidiana, contar con Él
siempre en todo y para todo. Sin embargo para
aprender a depender de Dios es necesario
muchas veces, llegar al punto de perderlo todo,
tocar fondo y después de haber agotado todas
las opciones humanamente posibles, recurrimos
a Él como último recurso, pero Él es tan
misericordioso que aún en esas circunstancias
acude ayudarnos, como buen Padre que es.
Si alguien quiso demostrarnos el significado de
depender de Dios fue Jesucristo, Quien siempre
repetía que no podía hacer nada por Su cuenta,
dejando las siguientes Palabras:
“…no puede hacer nada por Mí Mismo, porque no
busco Mi voluntad sino la voluntad del Padre”.
Evangelio de Juan, capítulo5: versículo30.
¿Por qué Lo hacía? Para demostrarnos lo que
implica depender de Dios completamente y los
innumerables beneficios que eso conlleva, y esos
beneficios están más que confirmados con estas
Palabras:
Pon asimismo tu delicia en Jehová, y Él te dará las
peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu
camino, y espera en Él; y Él hará. Y exhibirá tu
justicia como la luz, y tus derechos como el medio
día.
Libro de los Salmos, capítulo 37: versículos 4-6.
Esto es más que una promesa pues ratifica que
si nos sometemos a Dios, nos defenderá siempre
y velará por nuestros intereses. ¿Con semejante
respaldo crees que el enemigo (satanás) se
atrevería a tocarnos? Aprende a depender de
Dios y tu vida cambiará por completo.
Depender de Dios totalmente es la clave de la
vida del cristiano, porque es la forma en que
2. Jesucristo vivió a Su paso por el mundo,
dándonos Su ejemplo.
Depender de Dios y no de nuestros recursos, es
lo que Jesucristo nos enseña con Su ejemplo a
Su paso por la tierra, pues Su conexión con Dios
fue tan perfecta, que jamás hizo nada sin
consultarlo primero con el Padre.
El libro de Juan 6:1-13, narra cómo Jesucristo
pudo alimentar a más de 5000 personas con tan
solo cinco panes y dos peces. El contraste de la
demanda de personas para comer y los recursos
existentes era enorme, sin embargo, Jesús lo
hizo, demostrando cómo es posible superar
situaciones imposibles.
Muchos pudieran decir que lo que Jesucristo
hacía, lo hacía porque era Dios, pero cuando Él
vino al mundo renunció por ese tiempo a Su
Divinidad, aunque seguía siendo Dios:
…El Cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a Sí Mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Epístola de Filipenses, capítulo 2:versículos 6-8.
Jesucristo en la tierra era un hombre común y
corriente como tú o como yo, pero la gran
diferencia radicaba en Su estilo de vida, en Su
completa conexión con Dios, que le permitía
depender de Él totalmente como Él mismo lo
afirmaba:
«No puedo hacer nada por Mí Mismo, porque no
busco Mi voluntad sino la voluntad del Padre»,
Evangelio de Juan capítulo 5:versículo 30.
Jesucristo en el mundo dependía completamente
de Dios y lo demostraba consultando al Padre en
todo lo que hacía. Jesucristo ayunaba, Jesucristo
oraba y Jesucristo estudiaba la Palabra de Dios,
en ese entonces el Antiguo Testamento, y era
eso lo que Lo mantenía firme en las tentaciones,
porque la Biblia narra que fue tentado muchas
veces.
Jesús permaneció Santo en la tierra pero no por
ser Dios, sino porque dependía totalmente del
Padre y Su conexión con Dios era perfecta. Era
la total dependencia de Dios la que Le permitía a
Jesús hacer milagros. Los milagros de Jesús no
eran evidencia de Su Deidad, porque muchos en
la Biblia los hicieron sin ser Dios. Moisés, Pedro,
Pablo y algunos de los Profetas también hicieron
milagros y no eran Dios.
Todos ellos incluyendo a Jesús, eran solo
instrumentos de Dios para hacer milagros, y lo
lograban enteramente porque su dependencia de
Dios era total.
Depender de Dios significa reconocer el Señorío
de Jesucristo en nuestra vida y no es fácil, porque
a pesar de Su mismo ejemplo de dependencia
con el Padre, muchos cristianos no aprenden a
depender de Dios. La mayoría de las personas
cuando enfrentan las dificultades de la vida,
tratan de resolverlo todo tomando en cuenta tan
solo sus propios recursos, sin tener en cuenta a
Dios.
Pero no debe ser ese el caso de los cristianos,
porque ¿cuáles son pues las ventajas de ser
cristianos si vivimos del mismo modo que
aquellos que no lo son? Jesucristo vino a
ofrecernos una vida abundante y ¿cómo se
supone que la vamos a recibir si ni siquiera
queremos tomar en cuenta a Dios?
El cristiano debe aprender a depender de Dios
como Jesucristo nos enseñó, pero para hacerlo
debemos tener una perfecta relación con Dios
basada en la obediencia a Su Palabra y la
oración diaria, permaneciendo en Cristo. Nuestra
dependencia de Dios debe ser total del mismo
modo que un bebé depende enteramente de su
madre y su padre.
Un bebé no hace nada por su cuenta porque no
puede hacerlo y no sabe cómo, así mismo
debemos ser nosotros con el Padre, es decir, no
hacer nada sin consultarlo primero a Él. ¿Difícil
no? Pero no imposible.
Todo es cuestión de hábitos y te aseguro que una
vez que aprendas esto tu vida será mucho más
fácil porque las decisiones que tomes van a estar
siempre respaldadas por Dios y bajo Su
Voluntad. Los buenos hábitos se respaldan con
la lectura de la Biblia, con la oración (NO rezos)
procurando sintonizar en los medios masivos de
comunicación temas que te acerquen a Dios y
mantener una actitud que Jesús nos muestra en
Su Palabra.
Recuerda que Él siempre quiere lo mejor para
nosotros, de tal manera que no lo excluyas de tu
vida y te evitarás grandes dolores de cabeza.
Pastor Joel Roldán Parra
Dios te bendiga
Para may ores inf ormes te inv ito que te comuniques con cualquiera de
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