El Antiguo Régimen era el sistema político y social que existía en Europa antes de la Revolución Francesa. Se caracterizaba por tener una estructura de poder jerárquica y estamental, con la nobleza y el clero en la cima y el campesinado en la base. La Revolución Francesa puso fin al Antiguo Régimen e introdujo nuevas formas de gobierno basadas en la soberanía nacional y los derechos humanos.