Los primeros coches se utilizaban a mediados del siglo XV y no tenían motor. El primer coche autopropulsado fue un coche a vapor creado por Nicolas Cugnot en 1885. En 1886, Karl Benz fabricó el primer coche con motor de combustión interna. Para 1903, los coches habían evolucionado mucho desde los primeros modelos de vapor y para 1927 habían adquirido una forma más parecida a los coches modernos.