Los jesuitas llegaron a Córdoba a fines del siglo XVI y establecieron una red de establecimientos educativos y estancias agropecuarias que convirtieron a la ciudad en un importante centro cultural. Construyeron edificios notables como la Catedral, el Cabildo, la Universidad y varias iglesias que forman parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Las estancias jesuíticas, seis en total, producían bienes para sostener las actividades educativas y religiosas y hoy en día son