El documento propone crear una estructura en el paisaje que observe y represente el viento a través de la vista, el tacto y el oído. La estructura cambiaría de color dependiendo de la contaminación del aire, se calentaría al aumentar la velocidad del viento, y produciría sonidos a través de orificios. El propósito es crear un espacio público que aproveche la energía del viento.