El documento discute cómo Dios usará el fuego y el agua ocultos dentro de la tierra como armas para la destrucción final. Específicamente, señala que Dios reservó los árboles que creció para convertirlos en carbón y petróleo, los cuales usaría para destruir a la raza pecadora. También describe cómo Dios extraerá el fuego de la tierra y lo unirá con el fuego del cielo para cumplir con su propósito de destruir a todos los que no acepten el mensaje de Dios.