El documento describe el trabajo infantil en las minas de carbón en Chile a fines del siglo XIX según el relato de Baldomero Lillo. Un niño de 8 años es obligado a trabajar en la mina por su padre debido a la pobreza de su familia. La actual legislación chilena prohíbe el trabajo de menores de 15 años y solo permite trabajos ligeros para aquellos entre 15-18 años.