El nivel del Mar Mediterráneo está subiendo el doble de rápido que en el siglo XX, a una tasa de 3.5 cm por año. Se proyecta que subirá al menos 35 cm en los próximos 90 años, aunque podría ser entre 60-70 cm dependiendo de factores como las emisiones de gases de efecto invernadero. Un aumento de 90 cm podría inundar zonas costeras densamente pobladas en el Mediterráneo. Además, el Mediterráneo se está calentando y su salinidad está aumentando.
1. La crecida del nivel del Mediterráneo se
acelera tras subir 20 cm en un siglo:
El nivel de agua del Mar Mediterráneo está creciendo el doble de rápido de lo que lo
hacía en el siglo XX. Aspecto a tener muy en cuenta ya que durante este siglo podrían
quedar sumergidas algunas zonas en el planeta, incluyendo aquellas costas españolas
que tuvieran las cotas más bajas
La proyección mínima prevista para los próximos 90 años es de 35 centímetros, dado
que se ha acelerado la velocidad de crecimiento de su nivel desde 1,5 milímetros al
año de mediados del siglo XX hasta los 3,5 actuales. Sin embargo, conjeturó Vargas,
esos 35 centímetros podrían convertirse en 60 o 70, «lo que depende de muchos
factores; las emisiones de gases efecto invernadero, por ejemplo, no se han reducido
y el ritmo de calentamiento se acelera». Por tanto, si se alcanzan los 90 centímetros –
lo que ocurriría en todo el Mediterráneo , «supondría una desaparición de costa
tremenda», afectando a zonas «densamente pobladas».
Su principal conclusión es que el Mediterráneo se está calentando. También ha
crecido su salinidad, lo que dificulta la vida.
La Tierra tiene memoria: «Aún en el caso de que los humanos emitan menos CO2 a la
atmósfera durante este siglo, los países emergentes reduzcan sus emisiones, y la
quema de combustibles fósiles baje y se promuevan las economías verdes, a corto
plazo, las temperaturas seguirán ascendiendo» comentó Manuel Vargas Yáñez
investigador del Instituto Español de Oceanografía.
EXPLICACIÓN
GASES DE EFECTO INVERNADERO Y SU IMPACTO
El clima de la Tierra está condicionado por la presencia de gases naturales de efecto
invernadero, que absorben parcialmente la emisión de radiación infrarroja que emite la
superficie, re-emitiendo radiación del mismo tipo (infrarroja), tanto al espacio exterior
como hacia la superficie. Estos gases, entre los cuales están el dióxido de carbono
(CO2), el vapor de agua y el ozono (O3), regulan la temperatura del planeta,
contribuyendo que a nivel del mar ésta sea considerablemente mayor que la que se
observaría si la atmósfera no tuviera estos componentes. El efecto invernadero ha
estado siempre presente desde el momento que se formó la atmósfera, contribuyendo
en forma determinante al desarrollo de la vida sobre la Tierra. Lo que está en juego
por acción del hombre es su intensificación, y el impacto negativo que esto puede
representar.
La actividad del hombre, principalmente la actividad industrial, ha producido una
significativa emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero.